El punto de inicio y final de esta corta, pero muy bonita ruta circular, está situado en la Plaza España de la localidad de Dúrcal. En ella destacan la Iglesia de la Inmaculada Concepción (siglo XVI), el edificio del Ayuntamiento, la Fuente de Isabel II y la estatua de Rocío Dúrcal.
La Plaza en sí, fue remodelada en el año 2005, dotándola de una mayor amplitud y desapareciendo el antiguo kiosko y los diferentes niveles de suelo que había anteriormente, creándose un ligero desnivel Norte-Sur. También se cambió el arbolado. Durante las obras, junto a la Fuente de Isabel II, salió a la luz un antiguo pozo (del que nadie tenía referencia) y se ha quedado “a la vista”, pero tapado con un cristal (al que se le ha colocado iluminación interior). Un mojón recuerda que por aquí pasó la carretera Nacional 323 y que éste es el punto kilométrico 460 (desde la Puerta del Sol de Madrid).
La Iglesia está situada en la zona Norte de la Plaza, es de estilo mudéjar y tiene planta de cruz latina. Fue construída en el año 1546, sobre los restos de la antigua mezquita. Ha sufrido múltiples reformas a lo largo de su historia. El político y escritor navarro, Pascual Madoz Ibáñez (1806 - 1870), en su gran obra, “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar (1846-1850)” nos dice sobre ella: "Iglesia parroquia (Ntra. Sra. de la Concepción), edificio sólido, de estilo moderno, de una nave principal y dos pequeñas a los costados y reloj en la torre; el altar mayor es un tabernáculo de mármol de buen gusto, y en uno de los otros doce hay un crucifijo de excelente escultura, que, según tradición, fue donado por los Reyes Católicos...; el cementerio se halla junto a la parroquia". En la actualidad tiene un crucero con bóveda esquifada y tres naves separadas por arcos de medio punto sobre pilares. La armadura de madera de la nave central es de limas simples con tirantes pareados con lazo de ocho sobre canes. La esbelta torre de ladrillo alberga 4 campanas, que de mayor a menor tamaño se llaman: “La Inmaculada” (1919), “María Dúrcal” (1978), “María” (1976) y el campanillo de San Blas (1919). Sobre una esquina de la torre, un reloj de sol nos dá, puntualmente, la hora “solar”. La puerta de acceso al templo tiene un sencillo arco de medio punto, apoyado sobre pilastras.
El edificio del Ayuntamiento, está situado a Este de la Plaza (lugar que ocupa desde Febrero de 1927, por una permuta de solar, con el rico propietario D. Celestino Echevarría). Su configuración actual data del inicio de la década de 1980. El edificio ya se ha quedado pequeño para albergar los servicios municipales y se contempla su ampliación ó cambio a otro lugar.
La Fuente de Isabel II: fue construida y donada al municipio, por D. Nicolás Bonel y Guzmán (1814 - 1894), II marqués de Márgena, en 1866, cuando aún no había suministro de agua potable en las viviendas de la localidad. Se abastece de aguas de la acequia de Mahina ó Márgena. Sobre las cuatro caras de la Fuente, se puede leer la siguiente inscripción:
“DURCAL. RECONOCIDO A LA EXMA. DIPU- TACION PROVINCIAL; A LA CONSTANCIA / DE SU PRESIDENTE D. NICOLÁS BONEL Y GUZMÁN, CABALLERO DE LA ORDEN DE / ALCANTARA, Y A SU AYUNTAMIENTO ACOR- DÓ HACER ESTA FUENTE EL AÑO DE 1866 / REINANDO DOÑA YSABEL 2ª DE BORBÓN”.
La estatua, a tamaño real, realizada en bronce, de Rocío Dúrcal (o Marieta, como la llamaban su familia y amigos más íntimos), la representa, de pie, con el micrófono en la mano y cantando. Es obra de la escultora, Alicia Huertas (Alicia García Huertas, Madrid, 1969) y fue inaugurada el 14 de febrero de 2009, en presencia de su viudo, Antonio Morales Barretto,“Junior” (1943 - 2014).
La relación de la cantante con el pueblo de Dúrcal, viene desde la década de 1960, en los inicios de su carrera artística. Y llegó a su apogeo, el 15 de Agosto de 1968, cuando Rocío Dúrcal (María de los Ángeles de las Heras Ortiz, 1944 - 2006), joven y brillante estrella de la canción, se convertía en “Hija Adoptiva de Dúrcal”, por sus cualidades humanas y artísticas y por elegir el nombre del municipio, para darse a conocer artísticamente. La prensa del momento, nos dice que realizó una memorable actuación, en los ya desaparecidos Jardines de los Señores de Echevarría: “La cantante y actriz, acompañada por un autobús entero de artistas y periodistas procedentes de Madrid, se mostró amable, fresca y espontánea a lo largo de toda la visita, tanto es así que en el almuerzo previo a la ceremonia de inauguración de la calle que hoy lleva su nombre, la madrileña tuvo la simpática ocurrencia de montarse a lomos del burro de un vecino que en ese momento se encontraba cruzando la plaza”.
Iniciamos la ruta dejando la Plaza España por la Calle de Rocío Dúrcal. Poco después, dejamos a la izquierda, el edificio del Mercado Municipal de San Blas. El Mercado fue inaugurado el 3 de febrero de 1949, siendo Alcalde, D. José Puerta Molina y fue bendecido por el sacerdote D. Rafael Ponce de León Almazán (1880 - / ), fundador de la revista mensual “El Valle de Lecrín”(1912), de la Caja Rural de San Blas (1910) y del Sindicato Católico Agrario de Dúrcal (1908). Y el edificio ha sido rehabilitado el pasado año 2015.
Continuamos nuestro paseo por la calle de Rocío Dúrcal y tras abandonar el casco urbano, nos encontramos con el Pilar de las Eras de Balina. El Pilar fue una obra sufragada, en 1933, por el Boticario D. Alfonso (Alfonso Puerta Calvente, farmacéutico titular de “La Purísima”). Cuando aún las casas en Dúrcal, no tenían suministro de agua potable, D. Alfonso, se atrevió a llevar el preciado líquido hasta el lugar de trabajo de los labradores. El Pilar, que fue rehabilitado, en el año 2003, tiene una inscripción que dice: “para los trabajadores de mi pueblo, Alfonso Puerta Calvente, año 1933”. Nota: Alfonso Puerta murió fusilado, durante la Guerra Civil.
Junto al Pilar, vemos varios círculos empedrados. Son las Eras de Balina, hoy ya en desuso, pero que, hasta no hace mucho, era habitual ver en ellas, a los agricultores ablentando, para separar la paja del grano, o los carros de trilla, guiados por el trillique y tirados por mulos, haciendo esa tradicional tarea de triturar el cereal cortado. Otro oficio más… para el Recuerdo...
Seguimos la ruta y dejamos a la derecha, el edificio de la Escuela Infantil “Garbancito” y del Colegio de Educación Infantil y Primaria “Nuestra Señora del Carmen” ó Colegio de las Eras.
Nota: el “Colegio de las Eras” fue Inaugurado en septiembre de 1980 y ocupa una superficie de 18 marjales.
Estamos en el pago agrícola de El Llano. Continuamos por el camino del Picón. Tras una corta y suave bajada, volvemos a subir, girando a la derecha y pasando junto a la Residencia canina “El Picón” (“Centro Psicológico Canino”: situado a la derecha del camino) y el Tanatorio “San Blas” (a la izquierda).
Estas instalaciones, para refugio de perros y gatos, vienen prestando un valioso servicio de protección animal, en éste lugar, desde el año 2002. Mientras que la Funeraria Salvador, gestiona, desde octubre de 2009, el penúltimo cobijo humano…
...muy cercano, al último: el Cementerio Municipal, junto al que pasamos poco después. Una placa sobre su fachada, junto a la puerta de entrada, nos informa: "Se edificó con fondos municipales / y prestación personal de estos / vecinos, por administración del / ayuntamiento presidido por / D. José Puerta Melguizo / en el año 1915".
Ya vemos, a corta distancia, hacia el Sur, la imagen del Castillo de Dúrcal.
Cruzamos por el puente sobre la autovía A-44 (Sierra Nevada - Costa Tropical / inaugurado el 2 de marzo de 2001, junto a éste tramo de autovía) y entramos en el pago agrícola de El Castillejo.
Tras caminar junto a varias fincas y cortijos (de nombre, “La Maceta”, “El Tiesto” y “El Castillejo”), llegamos al pié del Cerro de San Antonio, y subimos, zigzagueando, hacia su truncada cima.
Aquí se encuentran los restos de esta antigua fortaleza militar nazarí, conocida popularmente como “Peñón de los Moros”, situada a unos 2 kilómetros al SO de Dúrcal y a 722 metros de altitud (coordenadas geográficas: 36.978111111, -3.576797222.).
Posicionados junto a la Torre del ángulo Noreste, las vistas, en 360 º, son espectaculares. Divisamos toda la plataforma superior del Valle de Lecrín; Sierra Nevada, con su pico tres mil más occidental: El Caballo (3011 msnm); las estribaciones de la Sierra de los Guájares y su pico más señero, El Giralda (1433 msnm); los cascos urbanos de Dúrcal, Nigüelas y El Padul. Hacia el Este, las Lomas de Murchas, con sus molinos aerogeneradores, nos ocultan la visión de la Sierra de Lújar.
Desde esta privilegiada atalaya se dominaba y controlaba, una vasta extensión del Valle de Lecrín y el paso medio del río Dúrcal. Estaba conectada, visualmente, con las torres-atalaya de El Marchal (situada hacia el Sur, a 1011 msnm y también conocida como de Saleres ó de las Albuñuelas), la de Cónchar (situada hacia el Oeste, a unos 800 msnm) y la de la Sierra de El Manar (situada hacia el Noroeste, a unos 1240 msnm).
En Abril de 1491, el rey Fernando el Católico, ordenó a D. Diego López Pacheco y Portocarrero, II marqués de Villena (1447 - 1529), destruir todas las fortalezas del Valle de Lecrín. Cuando Boabdil pasó por éste lugar, en el Invierno de 1492, camino de su “destierro”, en sus nuevos dominios alpujarreños, es muy probable, que el marqués de Villena, ya hubiera destruído el castillo. Durante la Guerra de los Moriscos (1568-71), no consta que fuera utilizado por ninguno de dos bandos.
Su perímetro, que ocupó una gran superficie, tiene una forma poligonal irregular y debió tener un recinto de varias murallas sobre la empinada ladera del cerro. Hoy sólo son visibles los restos de algunos tramos de muralla, una torre, un aljibe y huellas de una puerta en recodo.
Las murallas fueron construidas de mampostería, con mortero de cal y arena; la torre, de tapial sobre zócalo de mampuesto; el aljibe, de mampostería enlucida y su bóveda de lajas de piedra.En algunos puntos se ve el paramento exterior con un enfoscado de unos 4 mm.
En el lado Norte se conservan bastantes restos de muros de mampostería, algunos de ellos con altura considerable. En el centro de este lado se encuentra, semienterrado, un gran torreón de tapial con fino enlucido, sobre base de mampostería.
Sobre el torreón hay un aljibe, (dimensiones interiores: 5 x 2,10 metros, con una altura de 3'30 metros, desde la cubierta hasta el suelo), construido con muros de hormigón de cal, que ha perdido la mayor parte de su enlucido.
Próximos al aljibe hay restos de la puerta de acceso al castillo. Quedan también restos de murallas al Oeste y al Sureste, así como torres en los ángulos Noroeste y Sureste. Cercano a ésta última, se conservan restos de muro de hormigón de cal, con fino enlucido, que podrían pertenecer a otro aljibe.
Los restos de la torre del ángulo Noreste del castillo se conservan gracias a obras que han recalzado su núcleo central (con ladrillo enfoscado de cemento). Pues se encontraba completamente socavado en sus cuatro caras y el tapial estaba en voladizo por todos sus lados.
Un estrecho pasadizo ó coracha conducía desde el castillo hasta el lecho del río, desde donde se subía el agua al aljibe.
El estado general de conservación del Castillo de Dúrcal es malo. Su solar se encuentra hoy ocupado por una plantación de almendros. Durante la preparación del terreno para las labores agrícolas, la maquinaria ha destruido parte de la muralla exterior (al abrir el camino de acceso) y algunos muros de la estructura interior del castillo.
Este Monumento está protegido como Bien de Interés Cultural desde 29 de Junio de 1985.
Nota: se ven restos, a flor de tierra, de cerámica nazarí.
Dejamos los restos de esta antigua fortaleza y comenzamos a descender, junto a la arista del cerro, por un sinuoso sendero, en dirección Sur. Vemos el blanqueado casco urbano de Cónchar, sobre la ladera montañosa que lo acuna, en la margen derecha del río Dúrcal.
Tras pasar bajo la estructura metálica de una torre de media tensión, enlazamos, poco después, en un cruce, con un sendero señalizado. Se trata del Sendero “Nico Molina”.
Este sendero, es uno de los recorridos que utiliza para entrenar, el deportista durqueño Nico Molina, del Club “Cerro del Caballo”.
Nicolás Molina Agustín (2000), con sólo 15 años ya fué Campeón de España en CXM (Carreras por montaña). En 2017 ha sido Tri-Campeón del Mundo, al ganar el Kilómetro Vertical, la Carrera en línea y la Combinada en la Categoría “A” (menores de 17 años).
En este cruce, nos desviamos a la derecha, bajando por un descarnado sendero, en el que hay que caminar con mucha precaución. El río Dúrcal baja, encajonado, entre altos farallones pétreos, flanqueado por una espesa vegetación de cañaverales y bosque de galería. El arroyo Alcázar, despeña sus aguas por una alta y espectacular cascada, antes de entregarlas al río Dúrcal.
Llegamos a un cruce. A la derecha, sigue el trazado del Sendero “Nico Molina”. Nosotros seguimos a la izquierda, hacia los Baños de aguas medicinales.
En el corto espacio que nos separa de ellos, hay que extremar la precaución y descender con mucha prudencia.
Baño Chico ó Baños de Bacamía (ó Vacamía). Estos nacimientos de aguas minero-medicinales emanan a través de unas pequeñas oquedades, al pié de la montaña, muy cerca del cauce del río Dúrcal (en su margen izquierda). Son afloraciones de aguas templadas (casi 25 ° C) termales y mineralizadas, con conocidas propiedades medicinales (para las enfermedades de la piel y el riñón) que surgen y se concentran en dos pequeñas albercas. Lugar donde acude la gente para bañarse y llevarse garrafas de agua.
Los estudios que se realizaron para la declaración de “agua mineral”, indican que el caudal que surge en estos baños (de entre 1 y 10 litros por segundo) ha podido tardar 30 años, desde que al derretirse el hielo de Sierra Nevada, se filtró en el interior de la Tierra y emergió en el manantial, cargado de sales minerales, además de carbonatos, magnesio y calcio. En las zonas donde el agua chorrea, se van formando, paulatinamente, fosilizaciones calcáreas y la nota de color, verde lustroso, lo aportan los “guardalibros”, los culantrillos de pozo, señal inequívoca de la pureza de éstas aguas.
Dejamos el Baño Chico subiendo por unas escaleritas y poco después, dejamos el camino hormigonado y nos desviamos a la derecha, por un estrecho sendero que baja hacia el curso del río Dúrcal.
El tramo que afrontamos es “aventura total”: tendremos que ir salvando los obstáculos que la Naturaleza va a ir poniendo a nuestro paso, tanto minerales (rocas desprendidas de la ladera de la montaña, que tendremos que sortear), como vegetales (intrincada selva de cañaverales y punzantes zarzas). Nota: no es mala idea llevar unas tijeras de podar...porque ahora las vamos a necesitar...
Tras salvar ese complicado, pero precioso tramo, bajamos hasta las Cuevas de Bacamía ó de los Riscos. Una entrada a las cuevas se encuentra a ras del suelo, pero para acceder a la otra, hay que trepar por la inclinada pared rocosa. Una antigua leyenda cuenta que los musulmanes, antes de marcharse del reino de Granada, escondieron en estas cuevas un valioso tesoro: una vaca de oro,a tamaño natural, que fue custodiada por el espíritu de un guerrero. No se si es por la búsqueda del “tesoro”... pero el interior de las cuevas, con sus peculiares formaciones geológicas de estalactitas y estalagmitas, se encuentra muy deteriorado…
Regresamos al sendero por el que bajamos hasta las cuevas y continuamos subiendo, suavemente, hasta rodear un farallón rocoso. El sendero nos lleva hasta el Baño Grande o Baños de Urquízar.
Sus aguas de tipo sulfatadas/cloruradas - cálcico/sódicas, son buenas para la hidroterapia, pero no recomendables para el consumo humano. El Baño Grande es una cubeta de menos de 20 metros cuadrados de superficie, adosada a las rocas y con una profundidad aproximada de 1 metro. En su extremo, una pequeña oquedad se interna en la piedra: es el lugar donde se produce la surgencia continua de agua carbonatada que llena la alberca y que, al rebosar, corre por un arroyo en dirección al cauce del río Dúrcal.
Iniciamos el camino de regreso a Dúrcal, subiendo por un sendero, que enlaza con un camino, que nos lleva hasta una pista hormigonada (por donde se accede con vehículos a motor a los Baños).
El piso está en perfectas condiciones y la subida es suave. Coronamos y tras una corta bajada, volvemos a subir para pasar bajo los puentes de la autovía A-44.
Regresamos al pago agrícola El Llano y poco después, entramos en el casco urbano de Dúrcal por la calle Pensamiento.
Pasamos junto a la Ermita de San Blas (situada a la derecha). Puede que la Ermita sustituyera a una antigua mezquita, citada en la visita que se realizó en tiempos del arzobispo Pedro de Castro, a mediados de marzo de 1591. El actual edificio se debió construir en torno al siglo XVIII. Es citada por Pascual Madoz: "A 300 pasos al E. de las casas se encuentra la ermita de San Blas".
Justo en la Ermita, giramos a la izquierda, por la calle Comandante Lázaro.
Carlos Lázaro Muñoz (1888 - 1965), fue Ayudante de Campo del General Manuel Goded Llopis (1882 - 1936) y llegó al grado de General de División. Durante la Segunda Guerra de Marruecos (1920 - 1926), benefició a soldados duqueños, que lo consideraban un “héroe de la Guerra y bondadoso bienhechor”. En agradecimiento del pueblo, desde el 18 de mayo de 1929, la antigua Calle Real de Balina, lleva su nombre.
Pasamos junto a la antigua Casa de Peones Camineros y poco después junto al Hotel Mariami (inaugurado en el año 2003 y construido sobre el solar del antiguo molino de aceite los Antelos en Balina) y el Centro de Servicios Sociales Comunitarios del Valle de Lecrín - Ogíjares (edificio que ocuparon las antiguas escuelas de Balina, entre 1922 y la década de 1970): sobre su fachada, un azulejo de la Asociación Cultural “Almósita”, con un poema de Juan Antonio Haro Molina, nos recuerda: “Del fiero “Cabezatoro” / castigando con la vara, / del vaso de leche en polvo / de lagañas y de mocos… / ¡Qué poquitos se escapaban!”.
Al regresar a la Plaza de España, completamos el círculo y finalizamos esta bonita ruta que nos ha llevado a conocer el Castillo de Dúrcal y sus preciosas inmediaciones.