"Amor y orgullo de Granada" - Luis Seco de Lucena.
"Su fecundidad supera a la de cualquier otro autor granadino de su época" - Antonio Gallego Morell.
La escritora Enriqueta Lozano de Vilchez (1829-1895), poetisa, novelista, dramaturga y actriz, nació y vivió en Granada; es una de las personas más relevantes de la cultura andaluza del siglo XIX y fue una mujer adelantada a su tiempo, "rompiendo" moldes, pero sin separarse lo más mínimo de sus profundas convicciones religiosas.
En los ámbitos culturales se le llamaba "la Safo Granadina"(comparándola a la célebre poetisa de Lesbos). Apabullaba por su vasta formación, su capacidad oratoria, y todo ello, dentro de la estética romántica de la época.
Publicó numerosos libros de poesía, estrenó e incluso actuó en bastantes obras teatrales y escribió más de 50 novelas.
Fue “Socia de Honor” del Liceo de Granada y “Socia de Mérito” de la Sociedad Económica de Amigos del País de Granada.
También fue Profesora Académica de Ciencias y Literatura de la Academia de Literatura de Granada.
En su actividad literaria colaboró en revistas como El Eco de Occidente (dirigido por Pedro Antonio de Alarcón), El Guadalbullón o la Revista Literaria Granadina.
En el año 1875 fundó y dirigió la revista "La madre de familia", representativa de la sociedad y de las costumbres de su época. La editó a largo de veintiún años, extendiéndose su publicación por toda España.
Recibió grandes premios y galardones encontrando los favores de la Reina Isabel II y de la Emperatriz Eugenia de Montijo, esposa del Emperador Napoleón III.
Fue la primera Cronista oficial de la ciudad de Granada.
Su vida, dedicada por entero a la difusión de un ideal ideológico, estuvo colmada de desgracias. Con profusión inusitada –su producción literaria está en torno a las doscientas obras–, cultivó prácticamente todos los géneros literarios al uso, desde la poesía, la novela y el teatro, hasta el ensayo y la epístola, pasando por el cuento, la leyenda, el artículo doctrinal, la biografía y el artículo de costumbres.
Enriqueta Lozano tiene el mérito de haber sido una de las escasísimas mujeres que se entregaron a la literatura en la España del siglo XIX y, especialmente, el haberlo hecho en una ciudad provinciana como Granada, donde la incomprensión y el rechazo hacia las mujeres intelectuales era la norma; por lo que hay que reconocerle, sin paliativos, una valentía poco común.
El párroco de la Iglesia Imperial del Apóstol San Matías, Bernardo Joaquín Moral de Cara, bautizó a algunos de los hijos de Enriqueta. Cuando Bernardo fue trasladado como párroco a la localidad de Benínar, Enriqueta, en 1860, le escribió el texto para la fiesta de "Moros y Cristianos" que se celebraba en la localidad.
"Mas quiero que me tengan en el concepto de buena esposa y de buena madre, que en el de excelente escritora".
Enriqueta Lozano Velázquez nació en Granada, el martes, el 18 de agosto de 1829, en el nº 14 de la calle Darro del Campillo, calle que hoy en día lleva su nombre.
Era hija del matrimonio formado por, Francisco de Paula Lozano (Teniente de Infantería) y María Rosario Velázquez.
Al día siguiente de su nacimiento, fue bautizada en la Iglesia del Sagrario con el nombre de María Enriqueta Josefa Elena de la Santísima Trinidad.
Su madre falleció cuando tenía seis años.
Con siete años ingresó para estudiar en el en el Beaterio de Santo Domingo de Granada.
Tras nuevo matrimonio del padre, perdió a su madrastra con ocho años, además en 1838, su padre quedó incapacitado por heridas sufridas durante la guerra.
Ella recibió educación de un profesor particular hasta los 13 años, tras lo que continuó estudiando de forma autodidactica.
Empezó a escribir desde muy joven, y a los 18 años publicó la comedia "Una actriz por amor" (Granada, 1847). Cultivó desde poesía, al teatro e incluso novela rosa.
Aunque inició una relación sentimental con Pedro Antonio de Alarcón, rompieron por su religiosidad y el ateísmo de él.
En 1859 contrajo matrimonio con Antonio Vilchez, comenzando a firmar sus obras como Enriqueta Lozano de Vilchez.
Tuvieron 12 hijos, de los que la sobrevivieron sólo 3. Falleció en Granada, el domingo, el 5 de mayo de 1895, a la edad de 64 años, de la enfermedad más romántica de todas: la tuberculosis; dejando una huella indeleble de una auténtica mujer, en un mundo de hombres.
Enriqueta fué enterrada en el Patio de la Ermita del Cementerio de San José de Granada. Sobre su tumba hay un monolito rematado por una cruz de hierro, con el siguiente texto en relieve: "El Excmo. Ayuntamiento de Granada acordó perpetuar con ésta inscripción la memoria de la insigne poetisa Señora Dª Enriqueta Lozano de Vilchez, Cronista de Granada y la Provincia, 2-11-1898".
El diario "El Defensor de Granada", al dar cuenta de la muerte de la popular escritora, dice lo siguiente:
"La santa mujer que consagró su vida fecunda a la constante práctica de las virtudes cristianas; la escritora insigne, orgullo de esta tierra por ella enaltecida y glorificada tantas veces en armoniosos versos, templados al calor bendito del hogar y al fuego de la fé y del entusiasmo patrio; Enriqueta Lozano ha entregado su espíritu al Creador, dando pruebas hasta los últimas momentos de su vida, de aquella entereza de ánimo y de aquella dulce resignación con que soportó siempre las luchas de la existencia, que derramaron muchas veces en su alma las amarguras de continuos dolores.»
Enriqueta Lozano ha muerto pobre y deja en la miseria a una hija soltera.
"La Publicidad" va a publicar un número extraordinario para con sus productos aliviar la desgracia de aquella señorita.
El director de "La Publicidad" solicita de los escritores españoles el concurso para este noble fin.
HERALDO DE MADRID - 7 de mayo de 1895
ODA AL TRABAJO
"Fuente de paz y bienes; de ventura fecundo manantial, venero cierto; de ansiada salvación tabla segura; de la vida, en los mares de amargura, mil veces solo y bendecido puerto:
Faro que á la virtud nos encamina, contra el crimen y el vicio siendo escudo, luz que al mundo clarísima ilumina; ¡noble y santo trabajo! ¡ley divina! ¡destocada la sien, yo te saludo!
Tú el cálido erial bordas de flores, y le conviertes en vergel ameno; y olvidando peligros y temores, vas á buscar la perla sin colores del turbio mar en el revuelto seno.
Por tí, el inmenso espacio va cruzando la audaz locomotora estremecida; y el corazón del monte desgarrando, de humo entre pardas nubes, va llevando doquier riqueza, animación y vida.
Tú secundas el arte, de la humana grandeza creadora dando ejemplo; y emblema siendo de la fé cristiana, levantas en los aires soberana la esbelta torre del augusto templo.
Y en tus nobles esfuerzos secundado por la alta ciencia que concibe y crea, abarcando el espacio ilimitado, veloz como el relámpago azulado, de uno al otro confín llevas la idea.
Por tí el vasto Océano turbulento, cual su altivo señor, cruza el marino; y del gigante trueno el ronco acento, vence la tempestad, domina el viento y en la espuma fugaz se abre camino.
Tú rimas del poeta los cantares; tú del noble pintor eres la guía, cuando entre afan y esfuerzos singulares, copia la luz, que en rayos á millares brotan del cielo, al despuntar el día.
Por tí el hombre se eleva y se engrandece; prosperidad y bien le dá tu mano; la miseria á tu paso desparece, y á tu solo contacto, se embellece el pobre techo del hogar cristiano.
Contigo la mujer sencilla y buena convierte en alegría los dolores; y humilde, y confiada, y de afan llena, sabe trocar su mísera cadena en dulce lazo de aromadas flores.
Santo y digno trabajo; fiel amigo que el porvenir escudas y el presente; y das á la desgracia eterno abrigo; yo admiro tu grandeza y te bendigo, y á tu yugo, á la par, doblo mi frente.
Y vosotras, que llenas de alegría, hoy de su mano recibís la palma, oid el parabién que en este día en su entusiasmo sincero, os envía llena de santo júbilo mi alma.
Y ese premio guardad; es don precioso que la virtud á vuestra frente atrajo; y no hay nada tan grande y tan hermoso como ese lauro espléndido y honroso, que es galardón bendito del trabajo".
ENRIQUETA LOZANO DE VILCHEZ. (SESION PÚBLICA REAL SOCIEDAD ECONÓMICA AMIGOS DEL PAÍS PROVINCIA DE GRANADA CELEBRADA EL DIA 29 DE MAYO DE 1883).