(Retratado por su sobrino, Enrique Simonet Lombardo (Valencia, 2 de Febrero de 1866 / Madrid, 20 de Abril de 1927), hijo de su hermano Enrique y de su cuñada Dolores).
Francisco Javier Simonet Baca, fue un orientalista, arabista, lexicógrafo e historiador español. Nació en Málaga el lunes, 1 de junio de 1829. Hijo de Antonio Simonet Gómez y de Josefa Baca Muñoz. Obtiene desde su infancia una educación austera y religiosa; su padre que había sido lego en la Compañía de Jesús hace que ingrese a la edad de diez años en el Seminario malagueño.
A los dieciocho años y con una excelente formación, abandona la carrera eclesiástica y empieza a hacer sus primeros pinitos como ensayista e introduciéndose en el mundo literario malagueño, en donde contribuye a la fundación de la revista “La Joven Málaga” en la que colaboró activamente.
Obtiene una beca por su aplicación en el estudio, la cual continuará empezando sus estudios del árabe y destacando sobre todo en Latín.
Con veinte años se traslada a Madrid para continuar sus estudios. Protegido por su paisano, el escritor Serafín Estébanez Calderón, que le encarga el arreglo de su biblioteca, le introduce en el aprendizaje de la lengua árabe y le pone un mote, sobrenombre ó alias, "Calepino" (por sus sólidos conocimientos en latín).
Al mismo tiempo ingresa en la facultad de Derecho. Terminada la carrera de Derecho en 1857 y a la edad de 28 años es nombrado oficial de la Comisión Regia de Escuelas Publicas de Madrid.
A pesar del cargo, no deja de escribir y estudiar, ingresando en la Facultad de Filosofía y Letras.
En 1858 publica su primer libro bajo el título de “Leyendas históricas árabes” que obtiene una buena acogida dentro de los círculos culturales madrileños: en el mismo año publica también “Almanzor, leyenda histórica”. Al año siguiente publicará “Alcázares célebres en la historia de los árabes”, “La conquista de Tetuán” y “La Alhambra y el Escorial”.
En 1860, publica “Descripción del Reino de Granada bajo el reino Nazarita sacada de los textos árabes"; obra muy importante, sobre todo por recoger dentro de ella, el texto inédito del famoso historiador, político y poeta Ibn Al Jatib que tantos datos nos ha transmitido sobre la época.
Tres años más tarde, terminará la carrera de Filosofía y Letras, haciendo su licenciatura y publicando un interesante libro de erudición histórico-geográfico, titulado “Geografía de la España Arabe”.
Simonet, tendrá publicadas en 1865, siete obras, con lo cual goza de cierta reputación como arabista, siendo designado más tarde, para desempeñar la cátedra de árabe en la Universidad de Granada.
Así en 1866 con la edad de 39 años, viaja a Granada para incorporarse a su cátedra, siendo premiado con la publicación de los discursos que él leyó ante el claustro de Granada en su recepción como numerario.
El 20 de mayo de 1866 contrae matrimonio en Granada con María Manuela Sánchez Villanueva. Y tienen una hija, Rosa María, bautizada en la Iglesia de San Matías, el 1 de septiembre de 1884 (que se haría monja, con el nombre de hermana María Evangelista).
Una vez instalado en esta ciudad, puede continuar su labor, como arabista al tener acceso a un gran número de libros en árabe de la época de Al-Andalus e iniciando así un profundo estudio sobre el fenómeno mozárabe, que un año más tarde, en 1867, la Real Academia de la Historia, le adjudica el premio enunciado para la mejor historia sobre los mozárabes en Granada.
Años más tarde se encarga del Decanato de la Facultad de Filosofía y Letras de Granada, y en 1879 publica la biografía de “Omar Ben Hafsun”. Simonet ya consagrado como arabista relevante, termina su obra más importante ocho años más tarde: “Glosario de voces Ibéricas y Latinas usadas entre los mozárabes”, precedido de un estudio sobre el dialecto “aljamiado”. Obra premiada en público certamen de la Real Academia Española y que en 1888 es publicada en Madrid a sus expensas. Se la dedicará a su protector de la primera época de Madrid, Serafín Estébanez Calderón. Simonet y el también catedrático, Leopoldo Eguilaz Yanguas (1829 - 1906) tuvieron circunstancias paralelas en sus vidas: estudiosos e historiadores de prestigio; nacidos ambos el mismo año (1829); de similar línea ideológica; fundaron el Diario "La Esperanza del Pueblo - 1869"; sus esposas, Manuela Sánchez-Villanueva Tejedor y Paulina Cruzat Tejedor eran primas, y ambas, nietas de Cesárea de la Cámara Rubio (originaria del pueblecito logroñés de San Andrés, en la Sierra de Cameros).
Tres años después, en 1891, Simonet es designado para tomar parte en Londres, en el Congreso Internacional de Orientalistas y algo después concurrió al de Africanistas.
Muere seis años mas tarde, en Madrid, el 9 de julio de 1897, a la edad de sesenta y ocho años, cuando intentaba publicar su "Historia de los Mozárabes españoles".
De toda la vida de Francisco Javier Simonet, algo importante hay que destacar: su gran afición al estudio. Licenciado en tres carreras, esto le permite tener una amplía visión en el campo científico fundamental en la tarea de cualquier investigador. A su vez sus estudios de latín y árabe, con el dominio de estas dos lenguas madres, le permite adentrarse en el campo filológico, conocimiento importantísimo en su labor como arabista; ya que es en este campo de la investigación a lo que va a dedicar sus mayores logros.
Simonet se convierte en una gran figura como estudioso de las lenguas semíticas, que da un impulso bastante fuerte, ya que en su época la tradición de arabistas era muy escasa.
Trayectoria
Fue condiscípulo de Juan Valera y Antonio Cánovas del Castillo. Catedrático de lengua árabe en la Universidad de Granada (1862). En 1867 la Academia de la Historia lo premió por su obra Historia de los mozárabes españoles. Formó parte de la Comisión de Monumentos de Granada, integrada también por su amigo Manuel Gómez-Moreno González, José y Manuel Oliver y Hurtado y Manuel de Góngora. Hizo una Crestomatía arábigo-española (1881) publicada en colaboración con José María Lerchundi, y destacan especialmente sus trabajos sobre los mozárabes de al-Ándalus, sobre todo su Glosario de voces ibéricas y latinas usadas entre los mozárabes (1888) y su Historia de los mozárabes de España (1897-1903). Juan Valera, al hablar sobre él en Historia y política, destacó su gran erudición y religiosidad. Según el diario El Siglo Futuro, la obra magna de Simonet fue «la de reducir á polvo la falsa historia de Dozy sobre los árabes españoles». En política Simonet apoyó al Partido Integrista.
Publicaciones
Historia de los mozárabes de España deducida de sus mejores y más auténticos testimonios de los escritores cristianos y árabes Madrid: Establecimiento Tipográfico de la Viuda e Hijos de M. Tello, 1897-1903, edición facsímil, Valladolid: Maxtor, 2005, LVIII + 976 Págs. En dos tomos. ISBN 84-9761-153-5; fue reimpresa en Ámsterdam: Oriental Press, 1967, y luego en cuatro volúmenes por Madrid, Turner, 1983, véase a continuación.
Historia de los mozárabes de España, 1: Los virreyes (años 711 a 756) Madrid, Ediciones Turner, 1983.
Historia de los mozárabes de España, 2: De Abderramán I a Mohamed I (años 756 a 870) Madrid Ediciones Turner, 1983.
Historia de los mozárabes de España, 3: Hasta la conquista de Toledo por Alfonso VI (años 870 a 1085) Madrid Ediciones Turner, 1983.
Historia de los mozárabes de España, 4: Los últimos tiempos (años 1085 a 1492). Madrid Ediciones Turner, 1983.
Con José María Lerchundi, "Crestomatía arábigo-española ó Colección de fragmentos históricos, geográficos y literarios relativos a España bajo el periodo de la dominación sarracénica: seguida de un vocabulario de todos los términos contenidos en dichos fragmentos". Granada, 1881 (Imprenta de Indalecio Ventura)
Con José María Lerchundi, "Crestomatía arábigo-española: 2ª parte, vocabulario arábigo-español" Granada, 1883 (Imp. de I. Ventura Sabatel)
Leyendas históricas árabes Madrid: Imprenta y litografía de Juan José Martínez, 1858. Contiene: Almanzor. Precedida de un prólogo de Pedro Madrazo {encuadernado al final}. Meriem. Apéndices de Meriem. Medina Azzahrá. Apéndices de Medina Azzahrá. Camar.
Descripción del reino de Granada bajo la dominación de los naseritas: sacada de los autores árabes y seguida del texto inédito de Mohammed ebn Aljatib por Francisco Javier Simonet. Madrid: Imprenta Nacional, 1860
Descripción del Reino de Granada sacada de los autores arábigos por Francisco Javier Simonet Granada: Imprenta y Librería de Reyes y Hermano, 1872
Glosario de voces ibéricas y latinas usadas entre los mozárabes: precedido de un estudio sobre el dialecto hispano-mozárabe (Madrid: 1888); reimpreso en Beirut: Librairie du Liban, 1975. Edición facsímil en dos volúmenes Madrid: Ediciones Atlas 1982.
El cardenal Ximenez de Cisneros y los manuscritos arábigo-granadinos Granada, 1885 (Imprenta de la Lealtad a cargo de J. G. Garrido)
Meriem, Medina Azzahra y Camar: leyendas históricas árabes Madrid: Juan José Martínez, 1860, es segunda edición, reimpresa en Tres leyendas árabes Madrid: Ediciones Polifemo, 2001
Almanzor: una leyenda árabe Madrid: Polifemo, 1986
Medina Az Zahra: crestomatía de los principales autores musulmanes y orientalistas (episodio histórico) Córdoba: Córdoba Gráfica, 1928 (Imp. La Unión)
Cuadros históricos y descriptivos de Granada coleccionados con motivo del cuarto centenario de su memorable reconquista por F.J. Simonet Madrid: Sociedad Editorial de San Francisco de Sales, 1896; facsímil en Madrid, 1982.
Wallada: poetisa cordobesa del siglo XI. Granada, 1880 (La Estrella de Occidente).
Málaga sarracénica. Granada, 1880 (La Estrella de Occidente).
Santoral hispano-morárabe escrito en 961 por Rabi Ben Zaid, obispo de Iliberis; publicado y anotado por Francisco Javier Simonet Madrid: tipografía de Pascual Conesa, 1871.
"Prólogo" a El Concilio III de Toledo, base de la nacionalidad y civilización española precedida de un prólogo por Javier Simonet; y de un estudio histórico por el P. Juan Antonio Zugasti. Madrid, 1891 (Imprenta de Fortanet).
Influencia del elemento indígena en la cultura de los moros del Reino de Granada: estudio destinado al Congreso Internacional de los Católicos celebrados en Bruselas en septiembre de 1894 Tánger, 1895 (Imp. de la Misión Católica)
Recuerdo del tercer centenario de la muerte del V. P. Maestro Fr. Luis de Granada Bilbao, 1889 (Tip. Cast. de S. Francisco de Sales)
Misión civilizadora de la Iglesia Católica y de la Nación Española en el descubrimiento del nuevo mundo: discurso presentado por D. Francisco Javier Simonet al tercer Congreso Católico Nacional Granada, 1893 (Imprenta de D. José López Guevara).
OBITUARIO
“La última vez que hablamos con él, notamos con pena y con envidia de buena ley, que la muerte le había enviado nuevo aviso. Su respiración fatigosa, su cara demacrada, su aspecto general denunciaban a las claras que pronto aquel cuerpo rendido a la pesadumbre de tantos años aprovechados, sería incapaz de sostener el alma que le informaba, hermosa, grande, enamorada de Dios y de España.
Todavía pensaba Simonet en nuevas empresas y trabajos costosísimos, que bien pocos aprecian en lo mucho que valen; pero era el espíritu lo que estaba pronto, que bien patente y manifiesto se demostraba que la carne es flaca y que aquellos proyectos, quedarían en proyectos salvo un milagro de Dios. Desde el día que roto el último lazo que le unía a la tierra, su única hija, entró a formar parte de la Comunidad de Adoratrices de esta corte, Simonet, como si pudiese repetir, todo está consumado, se sintió gravemente enfermo, enfermo de muerte, sin poder atribuir tal estado a ninguna invasión ó ataque ó desarreglo orgánico, sino a haber recorrido la carrera de la vida, a haber cumplido la voluntad de Dios en la tierra y lleno de años y de méritos encontrarse en disposición de volar á la presencia de Jesucristo, supremo juez de vivos y muertos.
Porque Simonet ha muerto como una luz que se apaga poco a poco; por agotamiento físico, y tan resignado y tan conforme con la disposición de Dios, que el que fué insigne maestro en vida, lo ha sido también en la muerte, edificando a cuantos la presenciaron.
Los que no le conocían atribuían al dolor de haberse separado de su hija amadísima aquella postración; pero nunca gozó Simonet de más paz y alegría que cuando hizo el sacrificio de su hija con entera voluntad y agradecidísimo a Dios, Así lo confesó Simonet más de una vez.
Acerca de su gloriosa labor literaria publica estos datos un periódico de la mañana: «En 1862 ganó Simonet, después de brillantes oposiciones, la cátedra de árabe en la Universidad de Granada. Desde aquella fecha ha venido difundiendo el conocimiento de las letras arábigas, y formando una escuela de orientalistas digna del maestro que la había fundado, »Muchas obras ha escrito Simonet, y todas ellas han merecido grande aprecio de los labios alemanes é ingleses que las han consultado y aún traducido; do suerte que el nombre del arabista español es más conocido en el extranjero que entre nosotros. Las Leyendas históricas árabes, la Descripción del reino de Granada y otros libros de historia y de crítica aseguran el recuerdo perdurable de Simonet.»
El extracto es manco y miserable si se tiene en cuenta la inmensa labor literaria de Simonet; pero todavía hay que confesar que el diario liberal que ha publicado estas líneas se ha excedido, adelantándose a todos los otros periódicos de su casta que no han publicado más que la noticia escueta.
Y estos son los mismos periódicos que cuando muere uno de esos escritores franceses de poco talento y de ninguna vergüenza, dedican largas columnas a inventariar sus indecencias novelescas o dramáticas, después de quemar el mejor incienso ante la tumba del desventurado.
Digamos nosotros, para salir por los fueros de la justicia, que la obra magna de Simonet fué la de reducir a polvo la falsa historia de Dozy sobre los árabes españoles, y que por sólo ella, sin contar sus otros notables trabajos críticos, filológicos y lingüísticos, merece bien de la Patria y de la Religión.
En política, Simonet estuvo siempre a nuestro lado y ha muerto firme en la brecha, siendo siempre aliento y consejo de nuestros buenos amigos de Granada, y contándolo nuestro periódico como uno de sus más asiduos é ilustres colaboradores.
Frescos están todavía en la memoria de todos, sus famosos artículos sobre los Mozárabes españoles, modelo de erudición y de buen gusto.
¡Descanse en paz el ilustre amigo y ayúdennos nuestros amigos á rogar por su alma, por si necesitara de los sufragios de los vivos!”
R. I.P.
EL SIGLO FUTURO - Diario Católico - Año XXIII - Número 6723 - Sábado, 10 de julio de 1897.
“Ayer a las tres de la tarde falleció en Madrid á la edad de sesenta y ocho años el insigne arabista D. Francisco Javier Simonet, gloria de las aulas españolas.
Nació en Málaga en 1829 y estudió humanidades y teología en el seminario de aquella capital.
Vino poco después á Madrid, y en la Universidad Central obtuvo el doctorado en letras y en derecho. Al mismo tiempo estudiaba el árabe con el ilustre ó inolvidable Estébanez Calderón, que le comunicó su amor ferviente á la literatura y á la historia arábigas.
En I862 ganó Simonet, después de brillantes oposiciones, la cátedra de árabe en la Universidad de Granada.
Desde aquella fecha ha venido difundiendo el conocimiento de las letras arábigas y formando una escuela de orientalistas digna del maestro que la había fundado.
Muchas obras ha escrito Simonet y todas ellos han merecido grande aprecio de los sabios alemanes é ingleses que las han consultado y aún traducido; de suerte que el nombre del arabista español es más conocido en el extranjero que entre nosotros.
Las Leyendas históricas árabes, la Descripción del reino de Granada y otros libros de historia y da crítica aseguran el recuerdo perdurable de Simonet.
El respetable catedrático era decano de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada, vicepresidente de la Comisión de Monumentos históricos y artísticos de dicha ciudad, socio correspondiente de la Academia le la Historia y de otras extranjeras.
Simonet profesaba las ideas tradicionalistas.
La conducción del cadáver se verificará hoy á las seis de la tarde, desde la casa mortuoria, Plaza Mayor, núm. 1, á la Sacramental de San Justo”.
EL IMPARCIAL - Diario Liberal - AÑO XXXI - Sábado, 10 de Julio de 1897