"La vida de la galera, dela Dios a quien la quiera". Antonio de Guevara, obispo de Mondoñedo, "El arte de marear y de los inventores della…" (1.539).
Las galeras fueron un tipo de embarcación marina, inspiradas en las antiguas naves griegas y romanas, utilizadas entre los siglos X y XVIII, en el mar Mediterráneo.
Eran navíos de fondo casi plano y poco "calado" (inmersión del buque en el agua), con una sola cubierta, que se desplazaban con "propulsión a sangre" (mediante remos manejados por la "gente de remo" ó "chusma") y la ayuda de dos velas latinas.
Su imagen era "afilada": con poca "manga" (anchura) en comparación a su "eslora" (longitud). Su casco era de menor "forro exterior" (grosor) que los buques "mancos" (sin remos).
Nota: La palabra "chusma" proviene del genovés antiguo, "ciüsma" = remeros de galeras. Habitualmente la "chusma" en una galera estaba formada por esclavos, galeotes y voluntarios. Los esclavos eran hombres capturados en combate ("moros de presa"), de propiedad "Real" y servían, de por vida, en galeras. Los galeotes eran presos condenados a cumplir condena ("de galeras al remo y sin sueldo"). Los voluntarios ("buenas boyas") eran remeros asalariados que trabajaban con un contrato.
En el siglo XVI, las galeras eran la principal arma naval del Mar Mediterráneo, a la vez que pequeñas cárceles a las que la Justicia enviaba a cientos de prisioneros. Se construían en tres tipos: levantinas, ponentinas y venecianas.
Las levantinas (u otomanas), sólo tenían el palo mayor, eran más bajas, con una menor resistencia al viento y mayor velocidad… sin embargo tenían el inconveniente de que facilitaban su abordaje.
Las ponentinas (ó españolas) iban mejor artilladas y tenían dos palos (trinquete y mayor).
Las venecianas iban dotadas con remeros que eran hombres libres, que percibían una paga.
Generalmente, sólo navegaban durante los meses de buen tiempo ("Mare Apertum": del 15 de Marzo al 15 de Octubre). Y durante la "Invernada" ("Mare Clausum": del 16 de Octubre al 14 de Marzo), la "chusma" desembarcaba y la galera era amarrada en el estuario de un río o se guardaba en las atarazanas (del Puerto de Santa María o de Cartagena).
Nota: En la zona de Cartagena, el periodo de "Invernada", tradicionalmente, era desde el día de San Demetrio (23 de Octubre) hasta el día de San Jorge (5 de Mayo).
Por su tamaño y envergadura, las galeras podían tener el calificativo de:
"Ordinaria": estaba equipada con un parlamento de 24 remos y 4 remeros cada uno.
"Patrona": 27 remos y 5 remeros cada uno.
"Capitana": 28 remos y 6 remeros cada uno.
El casco de una galera tenía dos partes muy diferenciadas: la cubierta y la cala.
La cubierta estaba a la intemperie y prácticamente ocupada por los remeros. Habitualmente tenía dos "árboles" (palos: mayor y trinquete) con velas latinas (con aparejos y jarcias para maniobrarlas). En la "proa" (parte delantera de la galera) estaba ubicada la artillería, amparada por una casamata ("arrumbada"). En la "popa" (parte trasera de la galera) estaba la "caseta o carroza", que daba cobijo a los mandos y al timonel.
Las velas latinas iban aseguradas a las "entenas": palo encorvado y largo, formado por 2 perchas empalmadas (una llamada "car" y la otra "pena") por una amarradura que se hacía con un cabo de nombre "ingina".
En la banda diestra, habitualmente faltaba un remo y en ese espacio, se colocaba el fogón, para preparar los alimentos de la dotación y la chusma.
La cala estaba situada bajo la cubierta y a ella se accedía por escotillas. Estaba dividida por mamparos que formaban compartimentos, donde se guardaba el agua potable, la munición, los pertrechos, los alimentos y la carga, además del alojamiento para los mandos y el pasaje de la galera.
En la proa, una viga saliente, de bronce o de madera reforzada con zunchos de hierro, formaba el "espolón": ariete de ataque que inutilizaba la palamenta enemiga y se utilizaba como puente en el abordaje.
La "arrumbada" de proa protegía la artillería y su techo era utilizado (durante el combate) por los fusileros.
La artillería iba formada por entre 3 y 5 piezas "fijas" del tipo "cañón", cuya dirección se controlaba con el timón de la galera y que lanzaban proyectiles (bolas de hierro) de 20 a 30 kilogramos de peso a una distancia de 1.500 metros. Y por " culebrinas" que lanzaban proyectiles de 3 a 5 kilogramos de peso a una distancia de entre 1.500 a 2.000 metros.
La "crujía" es un pasillo elevado, que va desde la proa a la popa de la galera, separando las bandas (mirando hacia la proa, diestra -"estribor"- y siniestra -"babor"-) donde van las bancadas y los remeros.
Desde la "crujía", el "comitre" daba las órdenes de boga a los remeros: "Entra voz…", "Monta…" y "Casca…".
En el tejado de la "caseta o carroza", se colocaban los "fanales": faroles que señalaban la posición a los buques de una formación.
Como lastre utilizaban un promedio de 15 toneladas de piedras (que llevaban en cestas) y los proyectiles de la artillería (cerca de la proa).
La dotación de una galera estaba formada por "Gente de cabo", "Gente de remo" y "Gente de pluma".
La "Gente de cabo" eran los encargados del manejo náutico y militar de la galera. A su vez se dividían en "Gente de mar" (capitán, patrón, comitre, sotacomitre, capellán, alguacil, remolar, calafate, timonero, marinero, proel, botero, barbero) y "Gente de guerra" (capitán, guardaestardarte, artillero, soldado).
La "Gente de remo" o chusma eran esclavos, forzados o galeotes y voluntarios a sueldo. Remaban de pie, de espalda a la marcha (mirando a la popa). Vivían sujetos al banco de la galera mediante una manilla o calceta, que los inmovilizaba. La cadena sólo les permitía un desplazamiento inferior a los 2 metros. Los remeros eran rapados antes de embarcarse (para su rápida identificación). El cómitre les obligaba a tener, una vez cada 15 días, limpia la ropa que se les entregaba: camisola roja y calzón con botonadura lateral.
La "Gente de pluma" eran: intendente, comisario, pagador, capitán de maestranza, capellán, médico, auditor, escribano, guarda almacén.
Los bastimentos que portaba una galera, para la alimentación de su tripulación, eran habitualmente: bizcocho blanco, tocino añejo, queso, cecina, gallinas gruesas, legumbres, pasas, higos, canela, almendras, dracitrón (confitura similar al cabello de ángel, hecha con cidra), dátiles, confites y conservas, "herbaje", ajos, cebollas, vino, vinagre, aceite y sal.
El menú diario de la "chusma" era: una ración (26 onzas) de bizcocho (especie de pan integral, medio fermentado, hecho de harina gruesa, al que se añadía agua, a veces del mar, para ser comestible) y una ración de menestra de legumbres cocidas en un poco de aceite o agua.
Nota: Con los restos del bizcocho se hacía una sopa, llamada "mazamorra", que tomaban de noche. La menestra iba bien aliñada con vinagre (por su poder excitante) y podía ser "ordinaria" (con habas, judías, lentejas y guisantes) ó "fina" (con arroz y garbanzos).
Las galeras iban habitualmente provistas de pólvora, sebo, paño rojo, lienzo, hilo de velas, bastardo y barda de cotomina (.) y lienzo, hierros, jarcias, herramientas, cadenas, barriles de aguada, botas y cuarterones, gavetas, cueros, calderos, etc.
(.) La cotomina era una tela de cáñamo, tejida al modo del algodón, dura y resistente, que se usaba para fabricar lonas o velas de barco.
La Escuadra de Galeras de España se dedicaba a inspeccionar y controlar el contrabando, el corso y la piratería turco - berberisca, así como transportar soldados y abastecer de pertrechos los presidios españoles en el Norte de África y las plazas de Nápoles, Sicilia y Cerdeña.
La Escuadra, al mando de Juan de Mendoza y Carrillo, estaba formada por 28 galeras (12 a su cargo, 6 de Nápoles, 6 de Antonio de Iría, 2 de Bandinelli Sauli y 2 de Estéfano di Mari).