Hace miles de años, las marismas onubenses del río "Baetis", fueron la cuna ancestral de una incipiente y primitiva cultura que emanaba del mestizaje entre las escasas y dispersas tribus locales, fuertemente arraigadas a la tierra y a sus consuetudinarias costumbres orales, y unos viajeros del mar, que llegaban del levante, a bordo de extrañas naves, con un nuevo lenguaje y una desconocida escritura, que buscaba comerciar con sus productos novedosos manufacturados a cambio de materiales escasos y muy valorados: los metales… Nacía la mítica Tartessos
… y la advocación primera a una diosa que representaba a la madre Naturaleza, a la vida y a la fecundidad… Con la llegada del cristianismo a estas tierras, sus sencillas gentes, visten a su ancestral deidad con los atributos de ésta nueva religión, haciéndola suya…
...y nace esa nueva advocación, envuelta en antiguas leyendas, a la Virgen de las Rocinas… que protege y favorece a los "rocineros" que acuden a su santuario a pedir su favor y mostrarle su fé... ...ya en la segunda mitad del siglo XIII, con la conquista de estas tierras a los mahometanos, por parte del rey Alfonso X "el Sabio" (1.221 - 1.284), vuelve a las marismas, con más fuerza si cabe, el fervor por la Virgen del Rocío…
...fervor que continúa hasta nuestros días… donde los "rocieros" marchan, religiosamente, haciendo el camino que separa su localidad de origen y el santuario de la "Blanca Paloma"... de la Virgen del Rocío…
… en estos difíciles tiempos que nos ha tocado vivir, en los que la pandemia del coronavirus, nos ha confinado en casa a todos… cancelándose todo tipo de eventos sociales y religiosos… OS invitamos a acompañarnos a la aldea del Rocío, en un "camino rociero virtual"...