Éste próximo Otoño, Dios mediante, quiero recorrer la zona del barranco del río Lanjarón, a través de sus ancestrales acequias de careo.
El río Lanjarón es el de más desnivel, en todo el territorio nacional, con sus 2.727 metros. Nace en la laguna de Lanjarón, a unos 3080 m.s.n.m. discurre cerca de los Tajos de Peñón Colorado, se alimenta de la laguna Cuadrada, de la de Nájera, la del Caballo y Lavadero de la Reina. Sigue bajando y recibiendo aguas de potentes barrancos como: el Grande, Hiniestral, Posteruelo y Ventura. Antes, cerca de Barranco Grande, alimentan sus aguas tres acequias; Rascabéjar, Clavellina y Alta. Clavellina riega los terrenos abancalados de Cortijo del Espino; Alta la zona de Fuente Sordilla, y Rascabéjar los terrenos del cortijo del mismo nombre. Un poco más abajo, el río Lanjarón alimenta a otras tres acequias más: Encinillas, Nueva y Mezquerina, que riegan todos los terrenos de las empinadas laderas.
Nos quedamos en el Km. 8 de la A-348, cerca de la Ermita de San Sebastián, ya en las afueras de Lanjarón población que, como un alargado balcón sobre su río, en la cota de los 650 m.s.n.m., abierto al mediodía y recibiendo los aires del Mare Nostrum -que le envía desde unos veinte Km. en línea recta, concediéndole su clima suave, casi mediterráneo-, se presenta majestuoso. Hasta ese punto desde su nacimiento, ha recorrido aproximadamente unos 14600 m., y ha bajado desde los 3080 de su nacimiento, hasta los 650 en los que estamos con un desnivel de un 17 %. Todavía le quedan unos cuantos más hasta tributar en el Guadalfeo.