José Antonio Pardines Arcay, agente de la Guardia Civil (25 años), les pidió la documentación para comprobar los datos del vehículo. La matrícula era falsa. «Si lo descubre, lo mato», le dijo Txabi (23 años) a su compañero. «No hace falta, lo desarmamos y nos vamos», respondió Iñaki (19 años), según confesaría éste años después. «Si lo descubre, lo mato», reiteró Txabi. José Antonio Pardines estaba en ese momento de espaldas y de cuclillas, comprobando el bastidor. Entonces, salieron del coche. Txabi Etxebarrieta se le acercó y le disparó por la espalda. Cayó boca arriba. Después Txabi e Iñaki le dieron cuatro tiros más en el pecho.
Se encontraron en el lugar de los hechos cinco vainas percutidas, tres del calibre 9 mm y dos del calibre 7,65 mm, además de dos proyectiles del primer calibre y dos del segundo hallados bajo el cuerpo del muerto que a su vez presentaba cinco heridas de disparo de arma de fuego, de las cuales cuatro tenían orificio de entrada y salida. Etxebarrieta y Sarasketa se dieron a la fuga refugiándose en la casa de un cura de Tolosa. Tras permanecer unas horas refugiados decidieron abandonar la casa parroquial.
Para capturarlos se montó un estrecho servicio de vigilancia por todas las carreteras guipuzcoanas, intentando localizar a los fugados.
Una pareja de la Benemérita les dio el alto en Benta Haundi (Tolosa). Durante el cacheo no detectaron la pistola que portaba Sarasketa, sin embargo sí encontraron la de Etxebarrieta. En ese momento se inició un tiroteo en el que resultó gravemente herido Txabi Etxebarrieta. En la ropa del herido fue hallada una documentación, que lo identificaba como Lucas Agoues Zubeldía, nacido el 5 de Diciembre de 1947 en Zarauz (Guipuzcoa). Fue trasladado inmediatamente al hospital de Tolosa, donde ingresó ya cadáver. Posteriormente, se comprobó que la documentación era falsa.
Iñaki Sarasketa logró escapar del tiroteo apuntando con su arma al conductor de un coche, al que obligó a transportarle hasta el valle de Lénz, donde se refugió en la Iglesia de Régil (Errezil) y fue detenido unas horas más tarde, en la madrugada del 8 de junio.
A Txabi Echebarrieta, antes de ser trasladado al hospital en que murió, le fue ocupada una pistola Astra del calibre 9 mm Parabellum con el número 56669; y a Iñaki Sarasqueta, al ser detenido, una pistola Astra Falcon del calibre 7,65 mm con el número 946089.
Sarasketa, quien disparó a José Antonio Pardines en el control, dijo en una entrevista, décadas después, que el asesinato fue un «error». «Era un guardia civil anónimo, un pobre chaval. No había ninguna necesidad de que aquel hombre muriera».
Javier Etxebarrieta Ortiz (Bilbao, Vizcaya, 14 de octubre de 1944 - Tolosa, Guipúzcoa, 7 de junio de 1968), conocido como "Txabi" Etxebarrieta, era un joven universitario que se había convertido en uno de los dirigentes de la entonces minúscula "Euskadi Ta Askatasuna" (E.T.A.) en los años 60. Fue el autor material del primer asesinato de esta organización y el primer militante de ETA muerto en un enfrentamiento armado con la Guardia Civil, por lo que se convirtió en un icono dentro del entorno de ETA y de la izquierda abertzale.
Iñaki Sarasketa Ibáñez (Oyarzun,Gúipuzcoa, 1948), fue miembro de "Euskadi Ta Askatasuna" (E.T.A.). Era el jefe en Guipúzcoa y acompañaba a Txabi Etxebarrieta cuando el 7 de junio de 1968 asesinaron al guardia civil José Antonio Pardines Arcay. Detenido al día siguiente en la iglesia de Régil. Fue juzgado el día 15 en San Sebastián por un Consejo de Guerra sumarísimo, que le condenó a 58 años de prisión. Pocos días después, aduciendo un defecto de forma, la pena fue anulada, repitiéndose el proceso el 27 de junio, siendo condenado a muerte. Esto provocó protestas internacionales y de las formaciones políticas opuestas al régimen, llegando a sumarse a la petición de clemencia instituciones del régimen como la Diputación provincial de Güipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastián, razón por la cual, finalmente, le fue conmutada la pena capital por cadena perpetua. Poco antes de la amnistía de 1977 fue excarcelado y extrañado a Noruega, hasta que la amnistía le permitió volver. No se le conoce militancia política posterior.