Desde mediados del siglo XIX, los faros y el servicio que prestan de ayuda a la navegación marítima son una competencia de la Administración del Estado, estando recogida como una competencia exclusiva en el artículo 149.1. 20ª de la Constitución Española de 1.978 (“iluminación de costas y señales marítimas”).
Faro de Cabo de Gata
El 4 de Enero de 1.842 se constituyó la “Comisión de Faros”, Organización Estatal que se iba a encargar de su administración. Estaba compuesta por ingenieros de grado superior del cuerpo de caminos, canales y puertos y oficiales de la Armada del mismo rango. Decidían cuestiones como dónde construir los faros, la tecnología a utilizar, el reclutamiento y formación del personal, las normativas y regulaciones necesarias y, por último, la financiación del sistema.
Faro de la Polacra - vista aérea
El 27 de Septiembre 1.847 se aprobó el “Plan General para el Alumbrado Marítimo de las Costas y Puertos de España e Islas Adyacentes”, que planeaba pasar desde los 19 faros existentes entonces hasta los 111 faros, además de desarrollar un sistema completo, homogéneo y técnicamente moderno que sería la base española de la señalización marítima.
Faro de Mesa Roldán
El 11 de Abril de 1.849 se creó el “Impuesto de Faros” para financiar el mantenimiento y las mejoras del sistema. Ese mismo año se implantó el sistema de formación del personal creando la primera “Escuela Práctica de Faros”, que se instaló en Torre de Hércules (La Coruña), pasando dos años después, al cabo de Machichaco (Vizcaya).
El 21 de Mayo de 1.851 se fundó oficialmente el “Cuerpo de Torreros de Faros” para organizar a los trabajadores de los faros y reglamentar su desempeño profesional. Los Torreros se clasificaron en tres categorías: Principales, Ordinarios y Auxiliares.
Insignia del Cuerpo de Torreros de Faros
Y por Real Orden de fecha 5 de Julio de 1.851, se aprueba el uniforme (compuesto de levita de paño gris con botones con el escudo del cuerpo de caminos y el letrero de “Torrero de Faros”, pantalón azul, chaleco de color ante y visera con chapa de latón) y el armamento necesario para defenderse (una carabina corta con canana y municiones para 20 tiros).
Faro de Chipiona - Cádiz
La profesión de torrero ha sido, más que un trabajo, una verdadera forma de vida: la residencia en el faro implicaba que la disponibilidad del personal fuera continua. A veces se ampliaba y adaptaba el lugar para que sirviese como hogar para toda la familia.
Escudo Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos
Por Real Orden de 28 de Junio de 1.886, se instauró el servicio meteorológico en los faros, dotándolos de instrumentos de medida.
El 15 de Enero de 1.896, entra en funcionamiento el nuevo faro de Vilán, en la gallega “Costa da Norte”, convirtiéndose en el primero de España en utilizar energía eléctrica (con una lámpara de arco voltaico).
Esquema de linterna y cúpula de Faro
El 15 de Septiembre de 1.919, se ordena encender los faros un cuarto de hora después de ponerse el sol y apagarse un cuarto de hora antes de la salida, para ahorrar petróleo, que era un bien muy escaso, por culpa de la recién finalizada Primera Guerra Mundial.
El 14 de Julio de 1.923, se aprueba el “Plan de Radiofaros de España”.
Faro de Calaburras - Mijas - Málaga
En 1.928 comienza a funcionar el primer faro “aéreo marítimo”, para ayuda a la navegación aérea, el de Calaburras (Mijas, Málaga).
Los avatares de la Guerra Civil hacen que el habitual funcionamiento de los faros sea complicado: es peligroso encender los faros cuando el enemigo se acerca, pero también es peligroso para la navegación tener el faro apagado… además los vecinos se quejan porque si el faro alumbra, temen que sirva de referencia para un bombardeo… y, en medio del conflicto, todo el mundo opina y todo el mundo manda… Resultado: los faros de Almería son tomados como objetivo militar y atacados por la aviación; permanecieron apagados durante gran parte del conflicto armado.
Faro de Cabo de Gata - vista aérea
A partir del 30 de Marzo de 1.939, ya finalizada la Guerra Civil, se vuelven a encender los faros diariamente… y comienza la “depuración” entre los torreros, a los que se les cambia el nombre, ya son técnicos mecánicos de señales marítimas...
El 8 de Abril de 1.946, se empiezan a encender y apagar los Faros a la puesta y salida del sol, por derogación de la Real Orden de 8 de Septiembre de 1.918, que ordenaba el encendido 15 minutos después de la puesta del sol y el apagado 15 minutos antes de la salida.
Faro de Cabo de Gata desde la Cala del Corralete
El 7 de Marzo de 1.969, se incorpora al faro de Calafiguera (Mallorca), la primera mujer farero de España, Margarita Frontera Pascual.
Con el “Plan de Alumbrado de las Costas de España” (1.985 - 1.989) llegó la automatización a los faros.
Torre del Faro de la Polacra
El 8 de Abril de 1.986, Lola (Dolores Papis Ibáñez), se incorpora al Faro del Sabinal, convirtiéndose en la primera mujer que trabaja, como técnico de Señales Marítimas, en toda la historia de los faros almerienses.
El 5 de Septiembre de 1.990, se produce un cambio radical en la tradicional forma de trabajar en los faros: el trabajo presencial del farero pasa a ser de lunes a viernes, de 8 a 15:30 horas.
Desde el Faro de Cabo de Gata hacia los Acantilados de la Vela Blanca
Por la ley 27/1.992, de 24 de Noviembre, el Cuerpo de Técnicos - Mecánicos de Señales Marítimas se declara a extinguir en el Ministerio de Obras Públicas. Y a partir del 1 de Enero de 1.993, los antiguos técnicos fareros tienen que escoger: seguir en “Faros” (dependiendo de las Autoridades Portuarias) o seguir en el Ministerio, ocupando otros puestos del funcionariado.
En 1.997 se coloca un sistema de supervisión remota, para controlar desde la torre de SASEMAR en Almería, las alarmas que se produzcan en los faros almerienses.
Actualmente, los modernos sistemas de navegación por satélite como el GPS han quitado algo de protagonismo a los faros, aunque todavía siguen siendo de utilidad ya que permiten la verificación del posicionamiento indicado en las cartas de navegación.
Hoy día, los faros que están en uso son operados en su mayoría de forma automática y vigilados a distancia.
En la actualidad existe un plan del Ministerio de Fomento para promover el uso público de los faros, a través de proyectos culturales y hoteleros con iniciativas del sector privado, sin que dejen de realizar su función original de señalización. Se trataría de una nueva oferta turística en puntos privilegiados de nuestro territorio, en aquellos faros que reúnan las condiciones necesarias para poder hacerlo posible.