“Todos nos iremos, silbando bajito…” (como dice el tango), y ayer, jueves, 4 de Abril de 2.019, a las 3 de la tarde, falleció en el Hospital “Puerta del Sur” de Móstoles (Madrid), a los 79 años de edad, el cantautor, poeta y actor argentino, Alberto Cortez (nombre artístico de José Alberto García Gallo, nacido en Rancul (Provincia de La Pampa, Argentina), el lunes, 11 de Marzo de 1.940).
Había ingresado en las Urgencias del Hospital el miércoles anterior, 27 de Marzo, con graves molestias por unas úlceras gástricas; pero, complicaciones surgidas, han desembocado en una mortal hemorragia gastrointestinal, que Alberto no ha superado.
Alberto nos decía: “Me llamo José Alberto García Gallo. Mi abuelo, García, era gallego; mi otro abuelo, Gallo, era piamontés… Así que aquí me tienes… proveniente de esos dos nortes de la latinidad… nacido y forjado en la cabeza de la Patagonia”.
“Desde el día de mi nacimiento mi cuerpo ha sido mi enemigo. Mi madre fue la primera en saberlo, pues mi tamaño al nacer le provocó unos dolores tan intensos como insoportables que ella estoicamente soportó sin renunciar a su deber y me trajo al mundo. Mi primer llanto debe haber sido una continuación del de mi madre por el esfuerzo tan doloroso”.
“Soy un ser humano que, más allá de ser de izquierdas o de derechas, más allá de cualquier ideología, más allá de lo sabio o lo profano, soy parte de la vida por el hecho de ser parte de lo humano. Soy el constructor de mis virtudes, como soy de mis defectos, torrente inagotable de inquietudes, genial contradicción…”.
– “¿Hacia dónde vuelas…? – El vuelo requiere sensibilidad y lealtad. El amor no tiene nada que ver con el sexo, sólo con el espíritu. El amor es alma y lealtad. Lo demás es complemento. – ¿Entonces te la ligaste por guapo? – Por resultón… – ¿Cómo fue para que haya durado contra viento y marea…? – Fue increíble. Volviendo de actuar una Nochevieja cogimos un pasaje a Amberes. Llegamos a un pueblo pequeño, Aarschot. Conocí a Rocco Granatta, el de la famosa canción Marina…, ella estaba allí. – ¿Y después? – Llegó el amor. Me preguntó si hablaba inglés, yo hablaba peor que Tarzán. Aquel día nos hicimos amigos, luego amigos con derecho a roce, más tarde amantes, finalmente marido y mujer… – No me dejes sin el resto de la historia… – Cuarenta y cuatro años juntos... – ¿Eres un estoico…? – Le planté cara a la enfermedad. El derrame cerebral me trajo la pérdida de mi amada guitarra... – ¿Te duele? – Me duele tanto… – ¿Y ahora, en las reuniones…? – Me falta esa compañera de la emoción pequeña. – Las cosas de siempre siguen sonando en tu voz a nuevas… – El único que puede decir cosas nuevas es Dios. – ¿Lloras? – He llorado y lloro mucho la muerte de mi padre… Recuerdo bien aquella noche, cuando me lo dijeron, justo antes de salir a cantar… no sé si canté o lloré… Al acabar la actuación caminé toda la noche por Madrid. Era de esas noches brumosas y húmedas. Al llegar de madrugada escribí Cuando un amigo se va. – Se te fue el mejor… – Compartía su vida conmigo, sus aficiones, sus emociones, su sensibilidad… sobre todo sus tangos… – ¿Y cuando todo esto se acabe? – Francamente, no lo sé. No quedó nadie vivo para contarlo. – ¿Y si te reencarnas…? – Que sea en perro. – ¡Poeta y perro…! – Los perros son fieles y los poetas leales… – ¿Sufriste la soledad? – La he utilizado. – ¿Para qué? – Para componer. La soledad es maravillosa cuando la dominas… nunca podría ser un solitario. – ¿Tu patria? – Mi patria no es Argentina, es Rancul. – ¿Qué es Argentina? – Un arrabal. – ¿Qué le debes? – Un pasaporte y una educación. – ¿Mereció la pena la fama? – La fama es una prostituta profesional. Es incontrolable… Lo malo es cuando la fama no te deja vivir momentos como el de esta conversación…”.
(Fragmento de entrevista para el periódico diario “El Correo Gallego”, Enrique Beotas, 29-09-2.007).
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Alberto y Renee no tuvieron hijos… sus “hijos” son sus 232 canciones, grabadas en 46 discos… Nos quedamos con su honda, profunda voz y ésta es una pequeña muestra de su gran legado:
CALLEJERO
"Pero ¿Hay un perro callejero?", le preguntaban a Alberto.... "Por supuesto que sí. Un perro que se crió como el guardián nocturno de la obra del edificio donde después fuimos a vivir. Se llamaba Moro o Palomo. Y fue el punto de partida de hermosas amistades, porque todo el mundo lo quería. Pero él nos escogió a mi mujer y a mí como amigos. Al único departamento al que subía era al nuestro. Y cuando se quería ir, se paraba delante de la puerta, había que abrirle y se iba. Por eso digo en la canción que "su filosofía de la libertad fue ganar la suya sin atar a otros, y sobre los otros no pasar jamás".
“Era callejero por derecho propio; su filosofía de la libertad fue ganar la suya, sin atar a otros y sobre los otros no pasar jamás. Aunque fue de todos, nunca tuvo dueño que condicionara su razón de ser. Libre como el viento era nuestro perro, nuestro y de la calle que lo vio nacer. Era un callejero con el sol a cuestas, fiel a su destino y a su parecer; sin tener horario para hacer la siesta ni rendirle cuentas al amanecer. Era nuestro perro y era la ternura, esa que perdemos cada día más y era una metáfora de la aventura que en el diccionario no se puede hallar. Digo ""nuestro perro"" porque lo que amamos lo consideramos nuestra propiedad y era de los niños y del viejo Pablo a quien rescataba de su soledad. Era un callejero y era el personaje de la puerta abierta en cualquier hogar y era en nuestro barrio como del paisaje, el sereno, el cura y todos los demás. Era el callejero de las cosas bellas y se fue con ellas cuando se marchó; se bebió de golpe todas las estrellas, se quedó dormido y ya no despertó. Nos dejó el espacio como testamento, lleno de nostalgia, lleno de emoción. Vaga su recuerdo por los sentimientos para derramarlos en esta canción”.
JUAN GOLONDRINA
“La historia de Juan Golondrina es lamentablemente la misma de miles de niños que en este mundo cada vez más sofisticado y abundante en asombros, nacen, crecen, sobreviven (algunos), y mueren en la calle, sin techo sin afectos, es decir, sin hogar y sin que a la sociedad, salvo específicas excepciones le importe demasiado”.
“El chaquetón raído y unas maracas, la libertad al hombro y un gorro extraño, allá por la salida hacia Cuernavaca la calle tiene un duende de trece años. El duende, más que un duende, es un niño errante, un globo que ha escapado y se lleva el viento, que vaga ya la senda del trashumante, recién amanecidos sus sentimientos. Pequeño Juan, Juan Golondrina... vecino de los gatos y las cantinas. Pequeño Juan, Juan Golondrina... cantándose la vida por las esquinas. Embrión de donde nace el titiritero; retal de la ternura, gorrión apenas que a lo mejor mañana será jilguero, contando con que pase de este poema. Perito en madrugadas bajo los puentes, a veces en el Metro o adonde sea. Acróbata del hambre, cuando la suerte oscila sobre el canto de una moneda. Quién sabe si algún día, por esas cosas, nos hace una pirueta y levanta vuelo y se va persiguiendo una mariposa, dejándonos a todos, aquí en el suelo. Clamando como siempre, que es necesario organizar la vida con más detalle; alterarle las cuentas al calendario... el tiempo de los niños y el de la calle. Pequeño Juan, Juan Golondrina... vecino de los gatos y las cantinas. Pequeño Juan, Juan Golondrina... cantándote la vida por las esquinas. Perdona Juan la imprudencia de advertir a la gente de tu existencia. Si no te importa vamos al parque que tengo un par de cosas para contarte. Ven Juan... vámonos... vámonos pronto, ahora, enseguida, ya no te cantes, cantémonos juntos la vida por las esquinas”.
EL ABUELO
“De alguna manera esta canción que viene es una historia de ida y vuelta. ¿Por qué?, pues simplemente porque mi abuelo se fue de emigrante y después de casi una vida yo, su nieto mayor recorrí el camino de regreso, ese camino que él no pudo realizar a lo largo de su larga vida, a pesar de su inmensa nostalgia. Murió a los ochenta y algunos años”.
“El abuelo un día cuando era muy joven, aquí en su Galicia miro el horizonte y pensó que otras sendas tal vez existían y al viento del norte que era un viejo amigo, le hablo de su prisa le mostró sus manos, que mansas y fuertes estaban vacías y el viento le dijo: Construye tu vida detras de los mares, allende Galicia y el abuelo un día en un viejo barco se marcho de España el abuelo un día como tantos otros, con tanta esperanza la imagen querida de su vieja aldea y de sus montañas se llevo grabada muy dentro del alma, cuando el viejo barco lo alejo de España y el abuelo un día subió a la carreta de subir la vida, y empuñó el arado, y preparó la tierra y el tiempo corría y lucho sereno por plantar el árbol que tanto quería el abuelo un día lloro bajo el árbol, que al fin florecía lloro de alegría cuando vio sus manos, que un poco mas viejas, no estaban vacías y el abuelo entonces cuando yo era niño, me hablaba de España del viento del norte, de su vieja aldea y de sus montañas le gustaba tanto recordar las cosas que llevo grabadas muy dentro del alma que a veces callado, sin decir palabra, me hablaba de España y el abuelo un día, cuando era muy viejo, allende Galicia me tomo la mano, y yo me di cuenta que ya... que ya se moría entonces me dijo, con muy pocas fuerzas y con menos prisa prométeme hijo que a la vieja aldea iras algún día y al viento del norte, dirás que su amigo, a una nueva tierra le entrego la vida y el abuelo un día se quedo dormido sin volver a España el abuelo un día, como tantos otros con tanta esperanza y al tiempo el abuelo lo vi en las aldeas, lo vi en las montañas en cada mañana y en cada leyenda por todas las sendas que anduve en España”.
NO SOY DE AQUI
Fue compuesta por su amigo Facundo Cabral, pero Alberto fue el primero en grabarla en un disco. Se dice, que Facundo (Rodolfo Enrique Cabral Camiñas, 1.937 - 2.011) llegó a Uruguay en 1968 junto a Jorge Cafrune, quien hacía tiempo le había pedido que le compusiera un tema. En aquella ocasión, Jorge le recordó el pedido y Facundo tomó su guitarra e improvisó "No soy de aquí ni soy de allá". Dos años más tarde, Alberto le pidió a Facundo poder grabar la canción y al poco tiempo se convirtió en una de las canciones más populares de su repertorio. El tema llegó a grabarse en 27 idiomas.
“Me gusta andar… pero no sigo el camino, pues lo seguro ya no tiene misterio, me gusta ir con el verano… muy lejos, pero volver donde mi madre en invierno y ver los perros que jamás me olvidaron y los abrazos que me dan mis hermanos.
Me gusta el sol y la mujer cuando llora, las golondrinas y las malas señoras, saltar balcones y abrir las ventanas y las muchachas en abril.
Me gusta el vino tanto como las flores y los amantes, pero no los señores, me encanta ser amigo de los ladrones y las canciones en francés.
No soy de aquí… ni soy de allá no tengo edad ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad. No soy de aquí… ni soy de allá no tengo edad ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad.
Me gusta está tirado siempre en la arena o en bicicleta perseguir a Manuela o todo el tiempo para ver las estrellas con la María en el trigal.
No soy de aquí… ni soy de allá no tengo edad ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad. No soy de aquí… ni soy de allá no tengo edad ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad”.
TE LLEGARÁ UNA ROSA
En sus comienzos como cantante, vivía en un apartamento alquilado en Madrid, con su mujer, Renee Govaerts. Cuando le llegó el éxito y comenzó a girar, durante los primeros años no podía costear un pasaje para ella, entonces cada vez que salía de viaje le pedía "al florista de la esquina"que le llevara todos los días, a las nueve de la mañana y mientras él estuviese ausente, una rosa a su mujer. "Parece una cursilería, pero ella se sentía muy acompañada, y guardaba cada una de esas rosas hasta que volvía a casa".
“Te llegará una rosa cada día que medie entre los dos una distancia, y será tu silente compañía cuando a solas te duela la nostalgia. Te llegará una rosa cada día augurándote tiempos de venturas, compañera total del alma mía propietaria de toda la ternura. Quisiera ser un mago fabuloso para trocar las rosas por estrellas, dejarlas en tu almohada sigiloso que iluminen tus sueños todas ellas. Te llegará una rosa y la mañana será para "vivirla" entre comillas, tu alma escapará por la ventana de tu orilla volando hasta mi orilla. Aquellos que no tienen fantasía no podrán entender es muy complejo, que acorta la distancia cada día recibir una rosa desde lejos. Te llegará una rosa y día a día será como quitarle al calendario, las hojas que nos faltan todavía para dejar de ser dos solitarios. Te llegará una rosa cada día que medie entre los dos una distancia, y será tu silente compañia cuando a solas te duela la nostalgia”.
MI ÁRBOL Y YO
"Un día se me ocurrió contar la historia de cómo fue que lo plantamos con mi madre, en la vieja casona de Rancul (un pueblo de La Pampa), donde viví en mi infancia y adolescencia. Tal como dice la canción, mi papá trajo un arbolito, que no llegaba a los 20 centímetros de altura",contó alguna vez."Muchos años después, mi madre tuvo que podar el árbol porque sus raíces eran tan grandes que le estaban tirando la casa al vecino. Fue una especie de conflicto vecinal. Con todo el dolor del alma se cortó ese árbol que fue parte de mi vida y de la de mi madre".
“Mi madre y yo lo plantamos En el límite del patio Donde termina la casa Fue mi padre quien lo trajo Yo tenía cinco años Y él apenas una rama Al llegar la primavera Abonamos bien la tierra Y lo cubrimos de agua Con trocitos de madera Hicimos una barrera Para que no se dañara Mi árbol brotó, mi infancia pasó Y hoy bajo su sombra que tanto creció Tenemos recuerdos mi árbol y yo Con el correr de los años Con los pantalones largos Me llegó la adolescencia Fue al sobra de mi árbol Una siesta de verano Cuando perdí la inocencia Luego fue tiempo de estudios Con regresos a menudo Pero con plena conciencia Que iniciaba un largo viaje Sólo de ida el pasaje Y así me gano la ausencia Mi árbol quedó, y el tiempo pasó Y hoy bajo su sombra que tanto creció Tenemos recuerdos mi árbol y yo Muchos años han pasado Y por fin he regresado A mi terruño querido Y en el límite del patio Ahí me estaba esperando Como se espera a un amigo Parecía sonreírme Como queriendo decirme Mira, estoy lleno de nidos Ese árbol que plantamos Hace veintitantos años Siendo yo apenas un niño Aquél que brotó, y el tiempo pasó Mitad de mi vida con él se quedó Hoy bajo su sombra que tanto creció Tenemos recuerdos mi árbol y yo”.
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A PARTIR DE MAÑANA
"A partir de mañana empezaré a vivir la mitad de mi vida; a partir de mañana empezaré a morir la mitad de mi muerte; a partir de mañana empezaré a volver de mi viaje de ida; a partir de mañana empezaré a medir cada golpe de suerte. A partir de mañana empezaré a vivir una vida más sana, es decir, que mañana empezaré a rodar por mejores caminos; el tabaco mejor y también por qué no, las mejores manzanas, la mejor diversión y en la mesa mejor, el mejor de los vinos. Hasta el día de hoy, sólo fui lo que soy, "aprendiz de Quijote", he podido luchar y hasta a veces ganar, sin perder el bigote. Ahora debo pensar que no pueden dejar de sonar las campanas, aunque tenga que hacer, más que hoy y que ayer... a partir de mañana. Si a partir de mañana decidiera vivir la mitad de mi muerte o a partir de mañana decidiera morir la mitad de mi vida, a partir de mañana debería aceptar, que no soy el más fuerte, que no tengo valor ni pudor de ocultar mis más hondas heridas. Si a partir de mañana decidiera vivir una vida tranquila y dejara de ser soñador, para ser un sujeto más serio, todo el mundo mañana me podría decir: "se agotaron tus pilas, te has quedado sin luz, ya no tienes valor, se acabó tu misterio". Cada golpe de suerte empezaré a medir a partir de mañana. De mi viaje de ida empezaré a volver a partir de mañana. La mitad de muerte empezaré a morir a partir de mañana. La mitad de mi vida empezaré a vivir... a partir de mañana”.
Alberto era un maestro, un ser muy especial y culto artista, que decía: "El mundo de la poesía y las canciones es infinito". A ese mar eterno e infinito del más allá... es donde Alberto se ha ido.
Nos has dejado…“silbando bajito”... pero te tendremos siempre “en un rincón del alma”... Muchas gracias, poeta, por hacernos más humanos.