Poco antes de las 8:30 A.M. me han recogido con el coche mis amigos: Luís, José Emilio y la perrita Balto, en el aparcamiento del Bar Restaurante "Montesol" (El Padul), e inmediatamente, nos hemos dirigido hacia Albuñuelas, situada a poco más de 20 kilómetros y a media hora en coche.
Nuestro itinerario para llegar a Albuñuelas, ha sido: por la antigua carretera N-323A hemos atravesado la barriada durqueña de Marchena, aquí nos hemos desviado a la derecha, por la carretera GR-9067, pasando junto al Bar Restaurante "Zahor" y desviándonos nuevamente hacia la derecha por la carretera GR-3208, hemos rodeado el casco urbano de Cozvíjar, pasado por un túnel bajo la Autovía A-44/E-902, dejado a la izquierda el Hotel Señorío de Nevada y el cruce de Cónchar, coronado el puerto, bajado hasta el puente del Barranco de Luna y subido hasta la rotonda/cruce (a la izquierda, por la GR-3300, hacia Saleres / a la derecha, hacia Albuñuelas). Tras pasar junto al cementerio, hemos entrado por la carretera en el Barrio Bajo de Albuñuelas. El coche lo hemos dejado en el aparcamiento que hay junto al Ayuntamiento.
Hace un buen día. El cielo está totalmente despejado. El viento está en calma, y a ésta hora temprana, ya se nota algo de calor.
Nuestro Plan de Ruta es el siguiente: nos encontramos en la cota más alta (734 m.s.n.m.). Desde aquí bajaremos hasta el casco urbano de Saleres (544 m.s.n.m.) y tras hacer una circular por el Barranco de Luna, regresaremos a Saleres y subiremos, junto al cauce del río Albuñuelas, hasta regresar al punto de inicio.
Tras preparar la equipación (mochila, bastones y gorra) y poner en marcha el Gps, hemos comenzado a caminar, bajando por la Calle Alta, pasando por la Plaza de los Morales, y saliendo del casco urbano siguiendo las indicaciones del Sendero GR-7 / E-4. El antiguo sendero, se encuentra hoy hormigonado y con la zona central empedrada.
Nos sale al encuentro un perrito cachorro, "El prenda de las Albuñuelas", que inmediatamente, comienza a hacerle "fiestas" a Balto... atosigándola... pero a ésta parece que no le hacen mucha gracia... las agobiantes y efusivas muestras de cariño... porque empieza a "regañarle"... el perrito, obediente... se dá media vuelta y se vuelve a "su terrero"... a la sombra de un naranjo...
A la derecha, tenemos el curso del río Albuñuelas o río Santo, y las estribaciones de la Sierra de los Guájares, y su pico más alto, el Giralda (1.431 m.s.n.m.) con su reconocible figura de cono truncado.
Al frente divisamos la zona inferior del Valle de Lecrín, con el Pantano de Béznar y la Sierra de Lújar, al fondo. A la izquierda tenemos la cara Sur de Sierra Nevada, y su pico "tres mil" más meridional de la Sierra, el Pico del Caballo (3.015 m.s.n.m.). Aún se ven sobre su cumbre algunas manchas de nieve... pero en pocos días de calor veraniego, se derretirán...
Durante el camino de bajada hacia Saleres, pasamos junto a zonas cultivadas de huertos, naranjos, limoneros, almeces y otros árboles frutales... además de algunos aguacates... que están reemplazando en ésta zona del Valle de Lecrín el tradicional cultivo de los cítricos... por el poco precio que alcanzan en el mercado, naranjas y limones...
Vemos que las chumberas se están recuperando de la plaga de la "cochinilla del carmín" que las ha atacado bastante fuerte hasta el pasado año... era una pena ver cómo éste parásito, que se alimenta de la savia de la chumbera, dejando en sus pencas una masa blanca, como algodonosa... había llevado a ésta tradicional planta (invasora, sí... pero tradicional desde hace cientos de años en Andalucía y otras zonas de la Península Ibérica) a una situación límite...
Llegamos al casco urbano de Saleres y comenzamos a subir... por la Calle Hundideros, la Placeta del Pilar y la Calle Estación. Hacemos una pequeña parada en el Pilar de la Iglesia, porque va a apretando la calor... y nos refrescamos con ayuda del siempre necesario "jarrillo de lata"... Después seguimos subiendo por la Calle Altillo, para enlazar con el trazado de la carretera GR-3300, junto a la parada del autobús y la Cruz de la Lomilla.
Andamos un corto tramo por la carretera, subiendo hacia el cementerio. Aquí nos desviamos a la derecha, por un camino que nos lleva hasta la zona del Barranco de Luna.
En el Barranco de Luna se encuentra una maravilla de la Naturaleza: un cañón de ranura que se convierte en ocasiones en una estrecha garganta erosionada por las persistentes aguas, que durante millones de años han ido desgastando su cauce de drenaje...
Recorremos, sin prisa... pero también, sin pausa... estos preciosos parajes, de frondosa vegetación y formas geológicas "vivas": sus paredes moldeadas por el agua, en el transcurso de millones de años... llegan a formar un embudo de apenas 3 metros de ancho y 100 de alto...
Hacemos el recorrido por el cañón, bajando, en el sentido en que descienden sus cristalinas aguas hacia la zona de El Ventorrillo de Saleres, donde se une con el curso del río Albuñuelas, que poco después entrega sus aguas al Pantano de Beznar...
En las "revoltosas" aguas del arroyo del cañón, Balto ha demostrado su entereza, valor y arrojo... saltando... zambuyéndose... nadando... buceando... o simplemente, chapoteando... refrescándose... y bebiendo... se lo ha pasado genial... al igual que todos nosotros... una experiencia muy "refrescante"...
Voy a hacer una descripción detallada del itinerario por el cañón del Barranco de Luna en la Sección PATRIMONIO / Madre Natura... Pulsar aquí>>>
El recorrido por el cañón del Barranco de Luna se me ha hecho muy corto... y es que el tiempo es muy relativo... sobre todo cuando te lo pasas estupendamente...
Dejamos el curso del Barranco de Luna, desviándonos a la derecha, subiendo, primero por un sendero y después por un camino, que nos lleva de nuevo al curso de la carretera GR-3300.
Bajamos por el casco urbano de Saleres y buscamos la frescura del río Albuñuelas y la agradable sombra de la vegetación de ribera que lo acompaña...
Subir, suavemente, el camino de regreso hacia Albuñuelas, vadeando las cristalinas aguas de su río, a través de cómodas pasarelas de piedra... es todo un placer... y aunque estamos a unos 34 º de temperatura... la sensación térmica bajo la agradable sombra de la espesa vegetación arbórea es muchísimo más agradable...
Pero todo se acaba... al llegar a la altura de Albuñuelas... hemos de dejar el precioso caminito que desde Saleres nos ha llevado hasta allí, aprovechando el suave curso del río... y ahora toca, subir, sin la protección de la frondosa cubierta arbórea, y durante casi 2 kilómetros de subida hemos de salvar unos 110 metros de desnivel...
Con buen paso... la subida nos parece breve... y al llegar al Barrio Bajo de Albuñuelas, nos aprovechamos de los sombreados callejones... para volver a nuestro punto de partida... y finalizar ésta preciosa y reconfortante Ruta por ésta singular zona del Valle de Lecrín.
La experiencia de visitar el Barranco de Luna ha sido muy gratificante... y si Dios quiere... volveremos a repetirla en un futuro próximo...
PARA MÁS INFORMACIÓN SOBRE ÉSTA BONITA RUTA, RECOMIENDO VISITAR ÉSTE BLOG>>> EN EL QUE LA HÁBIL PLUMA DE MI AMIGO, LUÍS DÍAZ, NOS HACE VER LOS PAISAJES DE UNA FORMA MUY ESPECIAL...