Dúrcal (Valle de Lecrín - Granada), sábado, día después de Navidad de 2.020 (Año del “coronavirus” (COVID-19) y del aciago “confinamiento”...) Cielo totalmente despejado de nubes, sin viento y con 0°C de temperatura.
Rotonda del "Puente de Lata" - Marchena - Dúrcal
Mi propósito con ésta Ruta, es seguir los pasos de Manuel Vilchez Terrón… y conocer el camino que él recorrió en infinidad de ocasiones: salir desde la puerta de su casa en el pueblo (Calle Memoria, número 17) y ascender hasta la puerta de la cueva donde vivió durante 8 años (como eremita) en la finca de la Sierra ("Las Quiebras").
Dúrcal - Fachada de la casa paterna de Manuel Vílchez Terrón
Esta grata experiencia (para mí, física y espiritual), voy a intentar hacerla en condiciones parecidas a las que él mismo la hizo: caminando, con un palo y sus albarcas… para ello llevo, además de la mochila (equipada con todo lo que creo necesario para subir a la Sierra en tiempo invernal) un bastón y unas sandalias.
A las 9 A.M. he quedado con mi amigo Pepe (José Melguizo Serrano), junto a la puerta de su casa. Él conoció en persona a Manuel y se ha ofrecido a mostrarme "su camino"...
Nota: Vamos a ir acompañados por tres “caminantes virtuales” (José Casares Roldán, Antonio Luís García Ruízy Antonio Serrano Jiménez; Antonio Luís y Antonio, conocedores también de Manuel), que nos irán amenizando el camino… con sus vivencias...
Dúrcal - Rótulo Calle Memoria
Comenzamos la Ruta frente a la casa de Manuel, en el número 17 de la Calle Memoria. Saco foto de la fachada y pongo el GPS en marcha. El itinerario callejero que seguimos es el siguiente: calle del Agua, calle General Serrano, plaza Federico García Lorca, plaza de España (Iglesia), calle Morcillo, calle Zaidín, calle Merced, calle Almoravid, túnel bajo la carretera N-323 y abandonamos el casco urbano durqueño por la calle Pilarillo… seguimos subiendo suavemente por el camino de la Sierra ó de las Arenillas.
Dúrcal - Fachada Iglesia Parroquial
"Apenas se ganan unos metros en altura, la vega despliega sus galas, ya exuberante y espléndida, cuando el sol del mediodía le arranca reflejos de esmeralda, ya lánguida y sensual cuando la tarde la viste de topacios y amatistas, ya suave y romántica cuando la luz de la luna la envuelve en gasas azules bordadas con lentejuelas de oro, que tal parecen las luces de sus caseríos" (1).
El calor que produce el movimiento… mitiga el frío de este hermoso día invernal….
Dúrcal - Inicio Camino de las Arenillas
“Tras atravesar Dúrcal, continuamos por un carril hasta llegar a la cota más alta, en la que finalizaba el camino y comenzaba una angosta vereda, no apta para vehículos. Dejamos allí el coche, y, bastón en mano y mochila a cuestas, iniciamos la subida hasta alcanzar el refugio” (2).
Dúrcal - Bifurcación en el Camino de la Sierra ó de las Arenillas
Éste primer tramo de la Ruta coincide con el sendero PR-A-385 (Circular Sierra Dúrcal). En la primera bifurcación, seguimos a la derecha, subiendo por el Paraje Romeral de Zahor. Poco después, a la izquierda dejamos las instalaciones de la explotación minera “San Ramón” de “Sibelco Minerales Cerámicos, S.A.” (antes “Watts Blake Bearne España, S.A.” - WBB España, S.A.) conocida en el pueblo como "la fábrica de Las Arenillas".
Explotación minera “San Ramón” de “Sibelco Minerales Cerámicos, S.A.
Nota: Sibelco es una Empresa belga, fundada en Amberes, en 1.872. Desde el 30 de Diciembre de 1.983, extrae dolomía en esta explotación. La concesión inicial de 30 años, ha sido prorrogada (por otros 30 años) en fecha 20 de Noviembre de 2.013. En el año 2.015, recibió el 2° premio (“Medio ambiente - Buenas prácticas medioambientales”) en los Premios Nacionales “FdA” de Desarrollo Sostenible en Canteras y Graveras de la Federación de Áridos.
Dúrcal - Camino de la Sierra
“Entramos en el camino de la Sierra. El Monte Zahor emerge herido con el casco convexo y agrietado de su cima, el Caballo (3.015 m) y, antes de hundirse en los glacis del Romeral, enseña férrea y gris, como una herradura enorme, la falla Padul - Dúrcal - Nigüelas, declarada Monumento Natural. Bajo ella las vaguadas que albergaron cementerios de animales exhumados que alimentaban colonias numerosas de grajos, fieles colaboradores con el ecosistema. Sobre ella, como en el negativo de una boca destacan dos mellas blancas: las canteras. La dolomía, más blanca y fina, tradicionalmente fue usada por los lugareños para limpiar y aun bruñir útiles de metal caseros como cubiertos, calderas y peroles. La dolomita, más gruesa y gris, se ha extraído vorazmente durante el auge de la construcción y el asfaltado de la autovía Bailén-Motril. Hoy, paralizada, experimenta un proceso de regeneración ambiental aún poco visible” (3).
Dúrcal - Camino de la Sierra
Llegamos a un cruce de caminos: a la derecha hay una haza con olivos jóvenes (pero en producción), el camino que sigue al frente, sube a la "Casilla del Agua" (a 5'6 kilómetros); nosotros seguimos a la izquierda, donde el cartel señala, "Collado de Volaores" (a 5 kilómetros). Es el trazado por donde discurre el sendero PRA - 385 (Circular Sierra de Dúrcal).
Poste sendero PRA - 385 (Circular Sierra de Dúrcal)
Dejamos el camino y seguimos a la derecha, por la antigua trocha, subiendo el talud… pero a los pocos metros, vemos que la trocha ha sido arada y la zona plantada de almendros jóvenes… vamos “campo a través” siguiendo la misma dirección que llevábamos (N-NE) hasta enlazar de nuevo con la antigua trocha.
Dúrcal - Central Hidroeléctrica "Salto de Dúrcal” ó “Romeral”
Poco después, a la izquierda, comenzamos a ver los edificios de la Central Hidroeléctrica "Salto de Dúrcal” ó “Romeral”, comenzada a construir por la Sociedad Anónima "Fuerzas Motrices del Valle de Lecrín" el martes, 16 de Agosto de 1.921; fue inaugurada oficialmente, el domingo, 9 de Diciembre de 1.923. Los terrenos de la Central Hidroeléctrica (Polígono 7 - Parcela 880) de “uso agrario e industrial”, tienen 431.817 m2 y los edificios de las instalaciones, 2.388 m2.
Estribaciones de Sierra Nevada en Dúrcal
“Desciende el monte pintándolo amarillo gayombas y aulagas, nevándolo pétalos de “juagarzos” bocas de león o botoncitos algodonados de sauces y vistiéndolo, que ni Salomón en todo su esplendor, de amatistas y púrpura los lirios y violetas silvestres, los romeros y tomillos, las “campanicas” (carrigüelas), “cruías” (digitalinas), planta ésta con la que los campesinos aliviaban los dolores de muelas enjuagándose la boca, sin tragar la infusión por ser altamente venenosa, hasta que se caía desmoronada en pedazos” (3).
Dúrcal - Peña Gallo - Acceso a La Rambla
Llegamos a Peña Gallo (957 msnm). Estas peñas, puerta de acceso a La Rambla y al “Parque Natural”, son el último recuerdo de un ave, desaparecida ya en estas tierras hace cientos de años, el urogallo ó “pita do monte” (“Tetrao urogallus”), ave de la familia “Phasianidaede”, género “Tetrao” (patas de tres dedos), y del orden de las “Galliformes”: una reliquia de la era glaciar...
"Al frente, la Sierra eleva sus cresterías trágicamente descarnadas, y una rambla nos ofrece el acceso a su pétreo corazón" (1).
86.355 ha. del macizo montañoso de Sierra Nevada fueron declaradas “Parque Natural” por el Parlamento de Andalucía (Ley 2/1.989, de 18 de Julio, por la que se aprueba el Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, y se establecen medidas adicionales para su protección - Boletín Oficial de la Junta de Andalucía número 60 de 27 de Julio de 1.989), en atención a las singularidades de sus paisajes, geomorfología, flora y fauna.
“Seguimos, y la variedad de paisajes nos lleva a toparnos con un desierto arenoso excavado entre paredes erosionadas invadidas de torrenteras. La Rambla, enorme lengua blanca de grava y zahorra, arranca en Peñagallo y remonta hasta el collado de los Volaores. Subirla por la arena será dar dos pasos para adelante y uno para atrás. Sólo hay atisbos de sombra en las crestas, donde tenaces se agarran a los bordes los pinos que desde la repoblación forestal de los cincuenta sobreviven agrupados en pequeñas colonias sobre las abruptas tierras del monte Zahor o del cerro de la Chaja” (3).
Dúrcal - La Rambla
Subimos por La Rambla. A la derecha tenemos Cerrillo Redondo (estribación del Cerro Zahor, 1.641 msnm), con su frondoso pinar. El piso, fruto de la constante erosión del agua y el hielo sobre los materiales de las laderas, está formado por arena, grava y piedras (cantos rodados). Algunos ejemplares de cipreses y una “especie invasora”: los arbustos conocidos como“árboles del cielo” (“Ailanthus altissima”)jalonan el recorrido.
Dúrcal - La Rambla - Dique lateral de contención en la falda de Cerrillo Redondo
“Conocíamos la grandeza de Sierra Nevada, sin embargo, ahora, la comprobábamos con los piés y con los latidos del corazón, pero también con la tensión emocional y el goce estético de la inmersión ambiental” (2).
Dúrcal - La Rambla - zona de umbría matinal
Siento en mis pies… una mínima parte (*) de lo que sentiría Manuel al subir por La Rambla camino de la Sierra… los guijarros se introducen en las sandalias… haciendo penoso, duro y doloroso el caminar… pero he de agradecer que ese dolor activa la sangre, calienta los pies y alivia el frío que invade ésta umbría y milenaria senda (hasta bien entrada la mañana, no llegaran los rayos del sol hasta estos solitarios y bellos parajes…).
Señal del sendero
Nota (*): Las albarcas de Manuel tenían las punteras abiertas y libres… y mis sandalias tienen en las punteras una pequeña protección.
Dúrcal - La Rambla - Echando la vista atrás
A mitad de La Rambla (la mayor y la más importante del Parque Natural de Sierra Nevada), encontramos un dique de contención del ICONA, pasamos por su parte izquierda, y poco después, pasamos un segundo dique del ICONA (03-11-1.978), que salvamos por su parte derecha y continuamos por una vereda, abandonando definitivamente La Rambla.
"Una hora se tarda en recorrer La Rambla; al final de la cual el barranco se bifurca y un macizo se introduce a modo de cuña entre las dos barranqueras, formando una pared casi cortada a pico, por la cual la vereda trepa de un modo inverosímil y absurdo, describiendo amplias eses, que tan pronto nos acercan al barranco de la derecha, como nos asoman al de la izquierda, cada vez más lejano y perdido…" (1).
Pilarillo de La Rambla
Poco después, llegamos al “Pilarillo de la Rambla” (1.273 msnm). En la década de 1.950, el Ayuntamiento de Dúrcal, hizo una captación de agua, mediante una mina en la Rambla; e instaló varios pilarillos a lo largo de su canalización hasta la "Acequia Nueva". De esos pilarillos (por el inexorable paso del tiempo y la desidia humana…) éste es el único que se conserva, al encontrarse más cercano a la captación y fuera del cauce de La Rambla.
Ya fuera de La Rambla - una mirada atrás
Continuamos subiendo y poco después dejamos a la izquierda, el camino (ya en desuso) que lleva hasta el cortijo del Obispo.
Poste sendero PRA - 385 (Circular Sierra de Dúrcal) y señal pintada
“Tras tres eternos cuartos de hora de camino alcanzamos el cortijo del Obispo. La sucesión de animales, de presiones en las pisadas del terreno, de plantas, de brisas, es tal, que los labradores serranos, forzados a madrugar para evitar los calores de la Rambla y llegar a los labrantíos con tiempo para trabajarlos, sabían, aún dormidos sobre los mulos, el lugar donde se hallaban, por la diferencia de trinos, trotes, olores, y temperaturas que percibían en cada altura. Esta eclosión de sensaciones tan diversas colmaría la curiosidad de cualquier geólogo, botánico, biólogo o vitalista que sencillamente ascendiera a la sierra para disfrutarla. Baste decir que este ecosistema de alta montaña mediterránea alberga más de 1.700 plantas diferentes, con 64 endemismos y 176 géneros exclusivos de la Península Ibérica. Su fauna encierra 150 especies endémicas de insectos, de los cuales 90 son acuáticos” (3).
Cogiendo altura: vista de la plataforma superior del Valle de Lecrín, con la Sierra de Almijara, al fondo
El sendero sube la empinada ladera, zigzagueando, haciendo más suave la pendiente… y el piso conserva restos de empedrado en algunos tramos.
Carril de La Magara - vista del siguiente poste del sendero
Llegamos al carril de La Magara (por el que circulan los vehículos a motor) y hacemos una parada. Hay que comer y beber, para, como diría el ex-ciclista profesional, Perico Delgado (Pedro Delgado Robledo - Segovia, 15 de Abril de 1.960), que “No nos coja el tío del mazo”...
Siguiendo el sendero señalizado
Hace buena temperatura y no corre ni pizca de aire, lo que es de agradecer… porque hay nieve en las altas cumbres de Sierra Nevada…
Vistas de El Valle de Lecrín y al fondo, la Sierra Almijara
Después del dolor… que me ha supuesto caminar con sandalias por La Rambla… hacerlo ahora por senderos de tierra, alfombrados de mullidos barrujos de pino… es como andar por las nubes… subiendo al cielo...
Canal del Salto de Dúrcal (entubado)
Cruzamos el entubado Canal del Salto y seguimos subiendo entre una espesa vegetación de pinos.
Panel explicativo de "El salto de Dúrcal"
El Canal de la Central Hidroeléctrica del Salto de Dúrcal comienza su recorrido a unos 1.650 msnm, en el lugar conocido como la Toma (pequeña presa de 15 metros de longitud y 2'20 metros de altura).
Aquí recoge el agua del río Dúrcal, transportándola, mediante un sistema de entubado, a cielo abierto y túneles (de 9.580 metros de longitud) que atraviesa los barrancos de la Paranza, de los Alisos, de los Tejos y de la Cantina, hasta llegar a la Casilla del Agua (con un estanque de 9 X 9 X 9 metros y un volumen de 4.000 m3, situado debajo del edificio) en el Cerro del Zahor.
Anuncio de prensa de la Empresa que puso las turbinas (Revista Ingeniería y Construcción)
Desde la Casilla del Agua desciende una tubería de chapa de acero soldada (de 500 mm de diámetro interior y un peso de 420 toneladas), por espacio de 2.136 metros, con una caída de enorme pendiente, 758,5 metros, hasta las 2 turbinas Pelton de la Central Hidroeléctrica (con una potencia cada una de 2.000 C.V.).
Zona de “Prado Molina”
Seguimos el sendero señalizado… y poco después, llegamos a la zona de “Prado Molina”, una gran finca agraria y forestal, que el Catastro ubica en el Polígono 6, Parcela 75, que tiene una extensión de 309. 286 m2 y un cortijo (que no vemos por la espesura del pinar).
Finca de "Prado Molina" y al fondo, el Cerro del Caballo
El camino gira ligeramente a la izquierda y contemplamos por vez primera la cumbre nevada del cerro del Caballo (3.011 msnm), el “tres mil” más occidental de toda Sierra Nevada. La vegetación cambia radicalmente: se acaban los pinos y el terreno se cubre sólo de matorral bajo.
Laderas de Cerro Blanco
"Una hora para subir, y de pronto la naturaleza, siempre múltiple y cambiante, siempre pródiga en sorpresas, nos ofrece un brusco cambio en la decoración. Se acabaron las rocas desnudas y caprichosamente labradas por las aguas; se acabaron las barranqueras profundas y salvajes. Ante nuestra vista se extiende una planicie de escaso relieve, que limita al frente una de las lomas…" (1).
Vista panorámica desde el camino
Dejamos el camino (A) y seguimos a la derecha, por un sendero zigzagueante que nos lleva a coronar Cerro Blanco (1.894 msnm) y poco después llegamos a un ancho camino (un ramal del camino de la Dehesa), donde el sendero señalizado sigue a la derecha y nosotros seguimos a la izquierda.
Nota (A): el camino que hemos dejado, rodea las faldas de Cerro Blanco y vuelve a unirse al camino que vamos a tomar después.
Vista panorámica (de izq. a der.): Alayos, Trevenque y Peñamadura
“Estaríamos cerca de los dos mil metros, en una zona de transición bioclimática, donde árboles, arbustos, encinares, pinares, quejigales e incluso el robledal caducifolio, comenzaban a desaparecer, a ser sustituidos por enebros, sabinas rastreras y piornos. Al fondo, frente a nosotros, contemplábamos los picos más altos y bellos de la Sierra, cubiertos de nieve e iluminados por el sol, y, si volvíamos la cabeza, el edén de Dúrcal y del Valle de Lecrín, engrandecía nuestra inspiración” (2).
Vemos a la izquierda, flanqueando el lado Este del cañón del río Dúrcal, a las Buitreras…. y al fondo, el cresterío de los Alayos y el Trevenque.
En primer plano, las Buitreras y la Sierra del Manar (con sus canteras)
Los dos picos de las Buitreras, con una altura de 1.666 y 1.678 msnm, reciben este nombre por una antigua colonia de buitres leonados que habitó aquí hasta la década de 1.960.
Charco congelado
El camino, en ligero descenso, entra en una zona de umbría… donde aún no da el sol… y los charcos de agua que encontramos… aún son placas de hielo… y dudo que hoy se descongelen…
Señal direccional de la Ermita
En un cruce, la señal en forma de flecha y con la indicación “Ermita”, nos muestra el camino a seguir… ya estamos cerca...
Barranco de la Cantina - tramo aéreo del Canal del Salto
En el Barranco de la Cantina, vemos a la izquierda, ladera abajo, un atractivo tramo aéreo del Canal del Salto con una serie de pilastras, donde se posan los tubos de hierro. Y como el terreno no deja de ceder… ya se han construido tantas pilastras, que ya casi llegan al río. A la derecha, ladera arriba, hay un alto dique de contención. El agua baja, saltarina, entre sólidos y caprichosos carámbanos de hielo...
Barranco de la Cantina - dique de contención y carámbanos de hielo
“Avanzando, llegamos a un paisaje austero, desarbolado y deshabitado; pero, de pronto, se nos apareció el paraíso; un oasis de vida y de verdor, formado por un cortijillo y una ermita en forma de cabaña, rodeados de árboles frutales y hortalizas; un microsistema creado por Manuel, en un paraje único, en las faldas del Cerro del Caballo” (2).
Poco después, ya en el Pago de las Praderas, tras cruzar el barranco de los Tejos, llegamos a la finca de Manuel, “Las Quiebras” (según el Catastro: Polígono 4 - Parcela 140 - 39.099 m2).
Un cartel nos informa dónde hemos llegado: a la “Comunidad Cristiana Las Quiebras"... y otro cartelito atado a un poste nos recuerda un pasado muy reciente: “El día 15 de Agosto no habrá Misa en la Sierra de Dúrcal; con motivo de la Pandemia y no poder controlar el aforo, este recinto permanecerá cerrado". Y encontramos, escrito en la albarrada de piedras, el primer deseo personal de Manuel: "Que Dios Padre os conceda su amor. Que Jesucristo el Señor os dé su gracia. Que el Espíritu Santo os reparta sus dones”.
“Concebido entre el cielo y la tierra, entre el águila y el león, en el frontispicio entre Dios y el hombre, simbolizado por la figura de Jesucristo y Manuel, en una connivencia absoluta y abierta a cualquier visitante. Todo ello, precedido de frases y mensajes, escritos en tablas, troncos, piedras y paredes de roca, que anunciaban y preludiaban el encuentro, casi místico, que nos esperaba. La frase que más me gustó y que recuerdo todavía, es la siguiente: "El que viene en son de paz, llega tarde y se marcha temprano" (2).
Una cadena impide el paso de vehículos a la finca. Subimos, recreándonos en el paisaje… Hay construcciones, sencillas y aisladas, donde, en su día se alojaron los miembros e “invitados temporales” de esta Comunidad Cristiana… y donde vivían… de su trabajo diario, de los frutos que producían estas tierras y del trueque con otros vecinos, agricultores y pastores…
Tras pasar junto al edificio de la Ermita (con su explanada al frente y la Cruz: espléndido mirador de maravillosos panoramas...), un campo de manzanos nos lleva hasta los restos de la choza donde Manuel vivió de niño, en compañía de su madre y sus 4 hermanos.
Nota: El incendio fortuito de la choza, causó la muerte de su hermano Francisco, a la edad de 14 años.
“(La) choza, (era el) modelo de vivienda rural que servía de refugio en la sierra a campesinos, caballerías y pastores cuando en época estival, principalmente, pasaban temporadas en las labores de la tierra y en el cuido del ganado. Se edificaba con los aportes del entorno: pared de piedras y barro; vigas maestras de castaño o pino y vigas menores de troncos de chaparro o de roble; y una cubierta exterior vegetal con taramas de “hinestras” (hiniestas), gayombas o tallos de centeno, cereal panificable que soporta bien las heladas, cuya paja se usaba también en asiento de sillas y relleno de aparejos de mulos. Solía constar de una nave única que incluía rincón para el fuego, una “chilla”, entabacado de ramas parecido al troje, que se llenaba de paja para las bestias, se cubría con “rellenas”, y servía de pajar y cama” (3).
Hoy de la choza sólo quedan sus robustos muros… Continuamos nuestro paseo, acercándonos a la recoleta explanada, rodeada por un murete bajo (utilizado a modo de pétreo asiento), donde Manuel celebraba la Santa Misa… a los pies de un hermoso y longevo ejemplar de cerezo, “Su Hermano Cerezo”.
Este, hoy solitario y silencioso rincón, fue el “Templo Natural”, consagrado al Culto a Dios, de Manuel… con solo dos sencillos elementos construidos por la mano del hombre: el altar y el ambón… este recogido lugar, donde el cielo inmaculado es su techo… invita al sosiego y a la reflexión...
Tras la explanada y en las rocas del pequeño barranquillo aledaño, se encuentra la cueva de Manuel… subo hasta su umbral… Este es el final de la Ruta de Manuel Vilchez Terrón: guardo el track del GPS y lo apago.
Vista del interior de la cueva de Manuel
Desde la puerta de la cueva, ya rota y desvencijada, veo el interior… y me quedo admirado, del carácter, fuerza de voluntad y férrea Fe de Manuel… para vivir, en completo aislamiento, durante tanto tiempo… como él quería: en compañía de Dios...
Manuel Vílchez Terrón y "Su Hermano Cerezo"
1-José Casares Roldán (1.900 - 1.979), "De mis andanzas por Sierra Nevada - De Dúrcal al Cerro del Caballo" (16 Septiembre 1.927).
2-Antonio Luís García Ruíz, Catedrático, ya jubilado, de la Escuela Universitaria de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universidad de Granada, artículo “Meditar en la montaña”, publicado en el periódico diario “Ideal”, el viernes, 11 de Diciembre de 2.020.
3-Antonio Serrano Jiménez, Maestro y Pintor, artículo “Asociación Cultural Almósita de Dúrcal”, Revista “PH91, bienes, paisajes e itinerarios”, Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico nº 91, Abril 2.017, pp. 90 - 97.
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Colofón:
En la parte más alta de la finca de “Las Quiebras” y junto a una alberca de cristalinas aguas... hay una losa de piedra, clavada en la tierra, de forma vertical, con una inscripción que dice:
“Manantiales de agua, montes y colinas, plantas y álamos, animales y pájaros, bendecid al Señor”. “Sol y Luna, astros del cielo, noche y día, bendecid al Señor”. “Lluvia y rocío, escarchas y nieves, frío y calor, bendecid al Señor”. “Sencillos y humildes de corazón, criaturas todas del Señor, alabadlo eternamente”.
Palabras de Manuel (basadas en una cita bíblica, Dn-3).
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