Fonsagrada (Lugo), lunes, 8 de Octubre de 2.018. Desde la Edad Media, se denomina “sancto peregrino” a la persona, que haciendo la peregrinación, fallece camino de Compostela o ya en la ciudad, debido a las penalidades del viaje o por algún problema de salud.
Al llegar a nuestro albergue de hoy, en Fonsagrada: el “Ramón Rodríguez Mondelo”, sito en la calle San Roque, núm. 4, nos hemos enterado que ayer, domingo, falleció un peregrino, cuando se encontraba descansando en otro albergue de Fonsagrada, donde iba a pernoctar.
John Smith, de 77 años de edad y nacionalidad británica (natural de Salford, ciudad situada al Noroeste de Inglaterra, en el área metropolitana de Mánchester), estaba recorriendo el “Camino Primitivo”, acompañado de su amigo Grant. Era miembro del grupo “Ultreia Mancunia” (Asociación de amigos y entusiastas del Camino de Santiago) y la realización de “Su Camino” había quedado pospuesta, durante años, por la enfermedad de su esposa, a la que cuidó hasta su muerte, acaecida hace poco tiempo.
El viernes, en Berducedo, compartió, cervezas e historias “del Camino”, junto a unos peregrinos australianos, que plasmaron en foto su amigable reunión.
Al parecer, en la mañana del domingo, comenzó a sentirse mal y, de hecho, se recibió una llamada telefónica en el Servicio de Urgencias del Centro de Salud de Fonsagrada desde un número extranjero.
Tras pasar el cruce de Paradanova, el pequeño valle del río Arime y afrontar su tremenda y última subida, John llegó, al mediodía, al albergue fonsagradino y se tumbó en su litera, a descansar. A las 16:45 horas, fue encontrado inconsciente por su amigo Grant y se alertó al 061 (Servicio de Urgencias y Emergencias Sanitarias).
El personal sanitario que, inmediatamente, se desplazó hasta el albergue, no pudo hacer nada por reanimarlo y tan solo certificó su defunción. A última hora de la tarde el Juez, decretó el levantamiento del cadáver y, seguidamente, el cuerpo fue trasladado al HULA (Hospital Universitario “Lucus Augusti”) de Lugo, en donde a lo largo de la mañana de hoy, lunes, le ha sido practicada la autopsia, para esclarecer los motivos del fallecimiento.
“El Camino”, es una larga sucesión de kilómetros y kilómetros, de fuertes y duras, subidas y bajadas… en las que, día a día, el cansancio se va acumulando, llegando en ocasiones a la situación límite de la extenuación.
La cardióloga del HULA, Eva María Pereira López, cree que no se pueden poner límites concretos a la práctica del deporte, en general, y a la realización del Camino de Santiago en particular. Que cada caso es un mundo y que cada individuo debe de tener la responsabilidad y el sentido común suficientes para saber cómo actuar. “A partir de una determinada edad, pongamos los 45 o 50 años, y si se asocian factores de riesgo como cifras de colesterol elevadas, problemas de hipertensión o diabetes, se debería hacer un chequeo de salud mínimo antes de hacer algo como el Camino”. Una vez el médico da el visto bueno, el peregrino debe saber escucharse a sí mismo y conocer su límite. “Si una persona toma pastillas para la tensión, tiene que saber que si se pone a hacer 15 kilómetros al mediodía en verano, puede sufrir una lipotimia. Es, sobre todo, sentido común. Las personas mayores deberían quizás plantearse pues hacer etapas más cortas, vigilar con especial precaución la hidratación y prestar atención a cómo va respondiendo el cuerpo”.
Por desgracia, la muerte de John, no es un suceso único, ni aislado...
John partió, desde su lejana tierra natal, en busca de un destino..., al que nunca llegó…
Descanse en Paz.
Buen Camino John, en compañía del Apóstol Santiago… hacia la Eternidad...
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