El Padul (Granada), miércoles, 11 de Noviembre de 2.020. “Alarma II: día 17”. En el día de hoy, se cumplen un Aniversario y un Centenario, directa y dolorosamente, relacionados… el 102 Aniversario de la firma del Armisticio de Compiègne (que puso fin a los combates de la 1ª Guerra Mundial, en el Frente Occidental) y el Centenario de la Tumba del “Soldado Desconocido”. “La undécima hora, del undécimo día, del undécimo mes”. En un vagón de tren (el vagón - restaurante 2419D), en el bosque francés de Compiègne, en el claro de Rethondes (a unos 90 kilómetros al Norte de París) se firma el armisticio que pone fin a más de cuatro años de guerra y millones de muertos (se estiman 9 millones de soldados fallecidos y 21 millones de heridos). Termina la Primera Guerra Mundial, pero las duras condiciones impuestas a Alemania... van a ser la “semilla” de la Segunda… comienza un período de “paz armada”, efímera y frágil, que se extiende hasta 1.939. En Noviembre de 1.918, la situación bélica del Imperio Alemán es insostenible; en seis semanas, todos sus aliados han capitulado ante la “Entente Cordiale” (Francia, Reino Unido, Rusia y desde 1.917, Estados Unidos). Alemania lleva desde Octubre intentando conseguir un armisticio lo más favorable posible, pero Estados Unidos condiciona su firma a la aceptación de una serie de medidas que el gobierno alemán considera inaceptables, la principal, la abdicación del káiser Guillermo II (1.859 - 1.941). El Imperio Austro-Húngaro se rinde el domingo, 3 de Noviembre... sólo es cuestión de días que Alemania le siga... La situación militar se agrava, más aún, cuando parte de la Marina y del Ejército se amotinan... ante lo que ven como un sacrificio inútil de vidas en una guerra ya perdida. El sábado, 9 de Noviembre, el káiser renuncia a sus títulos y parte inmediatamente en tren, hacia su exilio en los Países Bajos, que se han mantenido neutrales durante la Guerra (temiendo correr el mismo destino del zar Nicolás II y su familia si la revolución se hubiera radicalizado). Una delegación alemana, encabezada por el político y economista Matthias Erzberger (1.875 - 1.921) parte hacia Francia para firmar el armisticio. El 8 de Noviembre llegan al punto de encuentro pactado, un claro en el bosque de Compiègne. El mariscal Ferdinand Foch (1.851 - 1.929), comandante en jefe de los ejércitos aliados, les espera en un vagón de su tren privado, pero no para negociar... Foch se limita a entregar a la delegación alemana un documento con todas las demandas de los aliados y les da 72 horas para aceptarlas y les deja… El domingo, 10 de Noviembre, la delegación es informada de la abdicación del káiser el día anterior y el recién nombrado canciller Friedrich Ebert (1.871 - 1.925, líder del SPD, Partido Socialdemócrata de Alemania) les dá la orden de firmar (fueran cuales fueran las condiciones). El armisticio es firmado a las cinco de la madrugada del lunes, día 11, supervisado por el mariscal Foch y anunciado a lo largo de las siguientes horas, para entrar en vigor a las 11 de la mañana (horario de París). Entre los puntos que recoge:
Las campanas repicaron en todas las aldeas, pueblos y ciudades de Francia… las cornetas ordenaron en el Frente el “Alto el Fuego”... "Un soldado británico que cayó en la “Gran Guerra 1.914 - 1.918 por el Rey y la Nación". Principios del año 1.916. Anochece en la línea de combate. Tras enterrar los restos mortales de un camarada… el reverendo David Railton (1.884 - 1.955), capellán del 2º Batallón de la Compañía de Artillería en el Frente Occidental, regresa a su alojamiento en Erkingham, cerca de Armentieres, en el norte de Francia. Sale al pequeño jardín que hay en la parte trasera de la casa y se detiene ante una sencilla tumba. Alguien ha escrito con un lápiz sobre la humilde y tosca cruz de madera blanca: "Un soldado británico desconocido". “¡Cómo me hizo pensar esa tumba! ... Pero, ¿quién era él y quiénes eran [su gente]? ... Era solo un muchacho ... No hubo respuesta a esas preguntas, ni nunca la ha habido. Así que pensé ¿Qué puedo hacer para aliviar el dolor de ese padre, esa madre, ese hermano, esa hermana, amada, esposa y amigo? Silenciosa y gradualmente surgió de la niebla del pensamiento esta respuesta clara y fuerte: "Que este cuerpo, este símbolo, sea llevado con reverencia sobre el mar a su tierra natal". Y estuve feliz durante unos cinco o diez minutos”. Principios del año 1.920. El recuerdo de la guerra (en la que murieron un millón de británicos) todavía está fresco. Y los 517.773 combatientes cuyos cuerpos no han sido identificados... pesan sobre la conciencia del país. La intención del reverendo Railton es que todos los familiares de esos combatientes sin identificar crean que el “Soldado Desconocido” puede ser su marido, padre, hermano o hijo perdido… Y en Agosto le escribe al capellán de Westminster, Herbert Ryle (1.856 - 1.925), para proponerle que junto a las tumbas de reyes y estadistas que descansan en la Abadía, se coloque una que rinda homenaje a todos los soldados desconocidos. La idea es fuertemente apoyada por Ryle y el entonces primer ministro David Lloyd George (1.863 - 1.945). El domingo, 7 de Noviembre de 1.920, en estricto secreto, cuatro tumbas, de soldados británicos no identificados, fueron exhumadas en los cementerios del campo de batalla de Ypres, Arras, el Aisne y el Somme. Los soldados que hicieron las exhumaciones, cumplían órdenes y a ninguno se les dio ninguna explicación. Los ataúdes fueron llevados en ambulancia al cuartel general de St-Pol-Sur-Ter Noise y cubiertos con banderas de la “Unión Jack”. Los oficiales de servicio, el general de brigada Louis John Wyatt (1.874 - 1.955) y el teniente coronel Gell, entraron juntos en la capilla. Wyatt eligió uno de los cuerpos al azar y los dos oficiales lo colocaron en un ataúd sencillo. Una “Guardia de Honor” francesa fue seleccionada y estuvo junto al ataúd del soldado elegido durante la noche. Nota: La “Union Jack” ó “Union Flag” es la combinación de las tres cruces de los Santos Patronos que forman el territorio del Reino Unido de Gran Bretaña (Inglaterra, Escocia, e Irlanda del Norte). Gales, no aparece representada porque ya era parte de Inglaterra cuando apareció la primera versión oficial de la bandera. La cruz roja sobre el fondo blanco del centro es la que corresponde a San Jorge de Inglaterra; el aspa blanca sobre fondo azul corresponde a la cruz de San Andrés de Escocia; el aspa roja sobre fondo blanco, es la cruz de San Patricio de Irlanda (región del Ulster). El lunes, 8 de Noviembre, el ataúd fue escoltado hasta el puerto del Canal de Boulogne. El miércoles, 10 de Noviembre, el ataúd fue sellado dentro de otro más ornamentado: fabricado con madera de roble (de la finca de “Hampton Court”, palacio real situado en el municipio londinense de "Richmond upon Thames"), con refuerzos de hierro en forma de bandas, un escudo y una espada medieval, extraída de la colección de la Torre de Londres y elegida por el rey Jorge V. El escudo llevaba inscrito el texto: “Un soldado británico que cayó en la Gran Guerra 1.914 - 1.918 por el Rey y la Nación". El ataúd llegó al muelle, junto al destructor HMS “Verdún” (L93) haciendo la “Guardia de Honor” el 8º Regimiento de Infantería Francés, mientras todas las campanas de Boulogne repicaban a la vez, las trompetas de la Caballería Francesa tocaban, al unísono, “Aux Champs” (el toque de silencio) y el propio mariscal Foch saludaba militarmente… y pronunciaba un discurso en el muelle. La “Insignia Blanca” del barco se encontraba a media asta, cuando el ataúd subió a hombros por la pasarela. Se colocó en el alcázar y se cubrió con guirnaldas de flores blancas. Poco antes del mediodía, el destructor clase V, HMS “Verdún” partió del “Quai Carnot” en Boulogne-sur-Mer hacia Dover, el mayor puerto del Canal de la Mancha en Inglaterra, acompañado por una flotilla de seis acorazados. En Dover, el HMS “Verdún” fue recibido con los 19 cañonazos de saludo a un Mariscal de Campo. Atracó en “Admiralty Pier”, donde el general Sir John Longley (1.867 - 1.953) supervisaba a los seis oficiales de alto rango de las tres Fuerzas Armadas que llevaron el ataúd a tierra. Trasladado a un tren especial, se dirigió a la estación Victoria en Londres y permaneció allí durante la noche. El jueves, 11 de Noviembre, el ataúd fue montado en un armón de artillería, tirado por seis caballos negros, y paseado en solemne procesión hasta la Abadía de Westminster (Iglesia Colegiata de San Pedro), donde los esperaba una “Guardia de Honor” de cien poseedores de la “Cruz Victoria”. Entre los invitados a la ceremonia figuraban cien mujeres que habían perdido a su marido y a todos sus hijos en la guerra. El rey Jorge esparció un puñado de tierra del campo de batalla francés sobre el ataúd después de haber sido depositado en la tumba (“Grave of the Unknown Warrior”) situada a la entrada de la puerta Oeste. Se utilizó una piedra temporal para sellar la tumba. Unas 125.000 personas visitaron la Abadía para ver la tumba durante la primera semana. Un año después, en el “Día del Recuerdo” de 1.921, se colocó sobre la Tumba, la actual losa (negra de mármol belga, de una cantera cerca de la ciudad de Namur) y se bendijo, durante un servicio especial adicional. El texto completo de su inscripción, compuesta por Dean Ryle, dice lo siguiente: “Debajo de esta piedra descansa el cuerpo de un guerrero británico desconocido por nombre o rango, traído de Francia para estar entre los más ilustres de la tierra y enterrado aquí el Día del Armisticio el 11 de noviembre de 1.920, en presencia de Su Majestad el Rey Jorge V, sus Ministros de Estado los Jefes de sus Fuerzas y un vasto concurso de la nación. Así se conmemoran las muchas multitudes que durante la Gran Guerra de 1.914 - 1.918 dieron lo máximo que el Hombre puede dar la vida por Dios por el Rey y la Patria por los seres queridos hogar e Imperio por la sagrada causa de la justicia y la libertad del mundo. Lo enterraron entre los reyes porque había hecho bien a Dios y a su casa”. Notas:
"Claramente se ve que ni John, ni Tim, ni Tommy, ni Guy pueden ser el héroe de la guerra. El héroe de la guerra (puesto que un héroe debía resultar, porque para eso se peleó, porque toda guerra y aún todo esfuerzo de los hombres no es sino para hacer florecer a un hombre superior) el héroe de la guerra es el Soldado Desconocido… Es barato y a todos satisface. No hay que darle pensión. No tiene nombre. Ni familia. Ni nada." (Salomón de la Selva (1.893 - 1.959), poeta nicaragüense que combatió como voluntario en el ejército inglés durante el conflicto). "Muchos padres y esposas habían perdido a sus seres queridos en la guerra pero carecían de un lugar propio y tangible sobre el que poder llorar, y el Soldado Desconocido vino así a representar su pérdida" (Terry Charman (1.950 - 2.019) Historiador del Museo Imperial de la Guerra). Una Tradición Elizabeth Bowes-Lyon (1.900 - 2.002) esposa del segundo hijo del rey Jorge V, el Duque de York, comenzó la tradición de dejar su ramo de novia como ofrenda ante la “Tumba del Soldado Desconocido” (26 de Abril de 1.923), como homenaje a su hermano mayor, Fergus (1.889 - 1.915), que había muerto en la batalla de Loos. Han continuado cumpliendo esa tradición, su hija, la reina Isabel II del Reino Unido, el día de su boda con Felipe de Edimburgo (20 de Noviembre de 1.947). Diana de Gales, tras su boda con el Príncipe Carlos de Gales (29 de Julio de 1.981). Catherine Middleton, tras su boda con el Príncipe Guillermo de Cambridge (29 de Abril de 2.011). Meghan Markle tras su boda con el Príncipe Harry, duque de Sussex (19 de Mayo de 2.018). La última en cumplir la tradición ha sido la princesa Eugenia del Reino Unido (hija menor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson) tras su matrimonio con Jack Brooksbank (12 de Octubre de 2.018). Nota: Antes de morir en 2.002, Elizabeth Bowes-Lyon (la Reina Madre) expresó el deseo de que su corona se colocara en la “Tumba del Guerrero Desconocido”. Su hija, la Reina Isabel II, depositó la corona el día después del funeral. Acto del Centenario La reina Isabel II ha hecho hoy su primera aparición con cubreboca (negro con ribete blanco) al asistir a la conmemoración del Centenario de la "Tumba del Soldado Desconocido". Es su primera aparición en Londres desde Marzo, por la Pandemia del Coronavirus. Al breve servicio privado sólo han asistido el deán y el asistente de la reina, el teniente coronel Nana Kofi Twumasi-Ankrah. La reina ha dejado un ramo de orquídeas y mirto (basado en el ramo que llevó en su boda, en Noviembre de 1.947) sobre la Tumba y ha inclinado la cabeza tras una plegaria del deán... Colofón - Amapolas El poema "En los campos de Flandes", de John McRae (1.872 - 1.918, médico de origen canadiense que sirvió como cirujano en un hospital de campaña durante la Primera Guerra Mundial), hace mención a las amapolas que brotaban de las tumbas de los soldados que habían muerto en aquella guerra. “En los campos de Flandes crecen las amapolas. Fila tras fila entre las cruces que señalan nuestras tumbas. Y en el cielo aún vuela y canta la valiente alondra, escasamente oída por el ruido de los cañones. Somos los muertos. Hace pocos días vivíamos, cantábamos, amábamos y éramos amados. Ahora yacemos en los campos de Flandes. Contra el enemigo continuad nuestra lucha, tomad la antorcha que os arrojan nuestras manos agotadas. Mantenerla en alto. Si faltáis a la fe de nosotros muertos, jamás descansaremos, aunque florezcan en los campos de Flandes, las amapolas”. Desde entonces, coincidiendo con el Aniversario del Día del Armisticio y en todas las conmemoraciones que se realizan durante el mes de Noviembre, infinidad de personas lucen una amapola (colocada en la solapa o en el pelo) como homenaje a los soldados caídos. Este día es conocido internacionalmente como el “Poppy Day” (Día de la Amapola o Día del Recuerdo).
Y cien años después, el “Soldado Desconocido” sigue siendo objeto de Homenaje y de Recuerdo. Porque es importante no olvidar.
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AutorAntonio Gómez Romera, ése soy yo. Entradas
Mayo 2024
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