El Padul (Granada), viernes, 14 de Julio de 2.023.
Prólogo
Hoy, traigo a la primera plana (virtual) del Blog del Adarve, unos luctuosos sucesos, acaecidos en tiempos de guerra (por desgracia, tiempos “normales” por la naturaleza destructora del género humano… ). Mis abuelos, unos niños entonces… si aún vivieran… podrían rememorar, perfectamente, los hechos de los que escribo hoy… pues, la noticia, fue ampliamente difundida por toda la prensa escrita mundial… Tenemos que retroceder, mentalmente, en el tiempo: 107 años, 3 meses y 20 días… hasta el viernes, 24 de Marzo de 1.916, en plena Primera Guerra Mundial…
… El “SS Sussex”, es un transbordador (vapor de pasajeros) botado casi 20 años antes (30 Abril 1.896) en los astilleros “William Denny & Brothers”, en Dumbarton (Escocia), que cruza el Canal de la Mancha, entre bancos de espesa niebla, transportando 1.200 sacas de correo entre Folkestone (al Sureste de Inglaterra) y la localidad francesa de Dieppe. Navega con velocidad reducida, para poder observar las innumerables zonas de minado sembradas prolíficamente por los alemanes, en su “guerra total” contra el imperio británico. A bordo, viajan 53 tripulantes y 325 pasajeros, entre ellos el compositor y pianista Enrique Granados Campiña (1.867 - 1.916) y su esposa, María Amparo Gal Lloberas (1.870 - 1.916). Enrique y María Amparo regresan de Estados Unidos, donde se ha estrenado, el viernes, 28 de Enero, en el Metropolitan Ópera de Nueva York (MET), su obra “Goyescas” (Ópera en 1 acto y 3 cuadros) con gran éxito de público… y, no tanto de la crítica musical… Desde el año 1.915, los submarinos alemanes hacen estragos, en el Canal de la Mancha y el Océano Atlántico, en buques no solo de guerra, sino mercantes y de pasajeros, ya sean de países beligerantes o neutrales. 11 meses antes (7 Mayo 1.915) el transatlántico británico “RMS Lusitania”, otro buque de pasajeros sin relación alguna con el transporte de material militar, ha sido torpedeado y hundido, por el submarino alemán SM U-20, al mando del capitán de navío Walter Schwieger (1.885 - 1.917). Fallecen 1.195 personas, 785 son pasajeros (94 niños). Entre los muertos, hay 128 estadounidenses. España (país neutral) ha perdido, hasta Marzo de 1.916, 5 buques: 3 por choque con minas y 2 al ser torpedeados. Sobre Enrique Granados
Enrique Granados Campiña es hijo de Calixto Granados Armenteros (1.824 - 1.882), un militar de alto rango proveniente de la antigua provincia española de Cuba que llega a convertirse en Gobernador Militar de Santa Cruz de Tenerife, y de Enriqueta Elvira Campiña de Herrera, natural de Santander (Cantabria). Enrique nace en Lérida, lugar donde se encuentra destinado su padre, en el Regimiento de Infantería Navarra 25, “el Triunfante”.
María Amparo Gal Lloveras, es la hija de un comerciante muy conocido en Valencia, propietario de la firma “Gal y Navarro”, establecida en la calle San Fernando. Enrique conoce a Amparo en Valencia, en 1.892… Enrique sabe lo que es pasar hambre, incluso Amparo, antes de casarse con él, sabe que el músico no tiene donde caerse muerto. Pero ella, de clase acomodada, rompe con las normas de la época, se casa (en 1.893, en la Iglesia de la Mercé de Barcelona) y ayuda a su marido a salir adelante, a que su música llegue a lo más alto. A su primer hijo, Eduardo (1.894 - 1.928), seguirán otros cinco: “Solita” (Soledad, 1.896 - 1.936), Enrique (1.897 - 1.953), Victor (1.899 - 1.972), Natalia (1.900 - 1.988) y Francisco (1.902 - 1.972). La consagración internacional de Enrique Granados tiene lugar en el estreno de su Suite para piano, “Goyescas”, en la Sala Pleyel, situada en la calle Faubourg Saint-Honoré del VIII distrito de París, el sábado, 4 de Abril de 1.914. Es tan grande el éxito, que se le concede la Legión de Honor de la República Francesa… y, la Ópera de París le encarga a Granados convertir su Suite en una Ópera… tarea en la que Enrique se pone, inmediatamente, manos a la obra y en la que cuenta con la ayuda de su amigo Fernando Periquet Zuaznábar (1.873 - 1.940), que escribe el libreto. En ese momento de gloria, Enrique ya vive con estrecheces… … pero el 28 de Julio de 1.914, estalla la Primera Guerra Mundial y el proyecto se vuelve irrealizable… Cancelado el estreno de “Goyescas” en París, debido a la guerra, el "Met" de Nueva York (calle 39) se ofrece a albergar la primicia. … Ernest Henry Schelling (Belvedere, New Jersey, 1.876 - Nueva York, 1.939), pianista, compositor y director de orquesta, se pone en contacto con Rudolf E. Schirmer (1.859 - 1.919), el editor neoyorquino de Granados, que está dispuesto a editar la obra y la hará representar en Nueva York… En la temporada 1.915 - 1.916 de la “Metropolitan Opera House” va a coincidir con el sublime chelista Pablo Casals Defilló (1.876 - 1.973), quien va a ensayar la obra, conjuntamente con Granados y la orquesta. Granados accede a montar en barco por primera vez… y, en la despedida de sus 6 hijos en el puerto de Barcelona, Enrique, que siempre tiene una broma lista en los labios, comenta: “En este viaje, dejaré los huesos”. Embarcan en el buque “Montevideo”, un día indeterminado de finales de Noviembre de 1.915 con rumbo, primero, a Cádiz. A bordo viaja también el guitarrista Miguel Llobet Solés (1.878 - 1.938), que les hace la travesía más entretenida, charlando sobre cosas de Barcelona. Tras la escala gaditana, el paquebote zarpa hacia Nueva York. El viaje es muy accidentado: durante la travesía, el paquebote Montevideo es interceptado por el destructor“Cassard”de la Armada Francesa, para una verificación rutinaria; una verificación que pone los pelos de punta al pasaje, pues el escenario bélico no da lugar para malentendidos. y después, sufren fortísimas tormentas, que según Amparo, pusieron al buque en situación de “verdadero peligro”. Se dice que Enrique tenía negros presagios acerca de su muerte en barco, ya desde su juventud… y durante el viaje, lo pasó fatal… … Granados y su esposa llegan a Nueva York, el miércoles, 15 de Diciembre de 1.915 y se alojan en el “Hotel Claridge” (en la esquina Sureste de Broadway y 44th Street) hasta aproximadamente, mediados del mes de Febrero de 1.916, cuando se trasladan al “Hotel Wellington”, en la Séptima Avenida. “Al principio de estar aquí, entre las angustias que pasó durante el viaje que estuvo 15 días sin alimentarse casi, ni tomar leche ni nada, se le había exacerbado la neurastenia de tal manera, y estaba tan anémico que llegué a temer que le diera una [consumación?] y que no pudiera ni ocuparse de la ópera siquiera…” (Carta de Amparo a sus hijos, 8 Enero 1.916). Tras el estreno de la Ópera “Goyescas”, en el Met, Enrique está tan emocionado que, al parecer, no puede dirigirse al público, por lo que Casals toma la palabra en su lugar. La noticia de aquella apoteosis, no tarda en llegar a oídos del presidente Wilson… “De la agitadísima vida que llevamos no os quiero decir nada; todo os lo contaremos a nuestra llegada; se nos disputan de unos a otros y tenemos que rehusar la mitad de las invitaciones que nos hacen, pues de lo contrario, nos liquidarían en cuatro días”. (Carta de Amparo a sus hijos, Febrero de 1.916). El 28 Presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson (1.856 - 1.924) les invita a la Casa Blanca, el martes, 7 de Marzo, para que Enrique dé un recital de piano y para brindarles un homenaje, por lo que él y su esposa, que tenían previsto regresar a España el miércoles, 8 de Marzo, en el buque vapor de bandera española “Antonio López”, de la naviera “Compañía Transatlántica Española”, que realiza la travesía regular entre New York y Barcelona, tienen que retrasar su viaje de vuelta a España, 3 días. El embajador de España en EEUU, Juan Riaño y Gayangos (1.865 - 1.939), les advierte del riesgo que conlleva realizar un tramo de la travesía en una embarcación de un país beligerante, por muy civil que sea. El aviso no cae en saco roto y Enrique trata de cambiar los billetes… pero no le es posible. Embarcan el sábado, 11 de Marzo en Nueva York, a bordo del "SS Rotterdam", rumbo hacia Falmouth (Cornualles - Gran Bretaña), donde llegan el domingo 19 de Marzo. Visitan Londres con algunos amigos, tienen algunos encuentros con empresarios británicos para presentar “Goyescas” en la ciudad, pero no les interesa y no hay acuerdo. Durante su estancia, su amigo el escultor barcelonés Ismael Smith (1.886 - 1.972) le hace a Enrique una máscara en arcilla. Epílogo
A las 13:15 horas del viernes 24 de Marzo, el matrimonio Granados se hace de nuevo a la mar, a bordo del vapor “Sussex”. Su camarote está situado en la zona de popa del barco.
Una hora y media después, cuando el segundo turno de comedor está teniendo lugar… y Enrique y María Amparo, están almorzando… sienten una gran sacudida. El submarino de guerra alemán “UB-29”, ha lanzado un torpedo contra el buque… que impacta en la amura de estribor, en medio del casco, partiéndolo por la mitad; rápidamente, se hunde la proa, pero la popa, gracias al sistema de compartimentos estancos, queda a flote, pero a la deriva… los pasajeros que no han perecido por la explosión y la onda expansiva… se lanzan a los botes salvavidas. El comandante del “UB-29”, Herbert Pustkuchen (1.889 - 1.917), es un oficial experimentado en el manejo de la nueva arma submarina (pese a sus 26 años de edad) y tiene un rodaje y curriculum impresionantes. El “Sussex” es la quinta víctima del “UB 29”. “Al principio, sentíamos un poco de envidia de aquellos que estaban en los botes salvavidas. Mi amigo Tingle Culberston y yo, estábamos charlando en la popa, cuando el torpedo impactó. Fue como si hubieras chocado con el peñón de Gibraltar, una explosión tremenda y toda la parte de delante del barco desapareció por los aires. El ruido era tremendo, la gente gritaba y un sonido ensordecedor brotaba del vapor que salía del barco. Estábamos empapados por las nubes de vapor pero ilesos. Donde nos encontrábamos nadie había resultado herido. Desde los altavoces avisaron que las mujeres y los niños fueran hacia los botes salvavidas y que los demás deberíamos buscar chalecos salvavidas. Así lo hicimos, Culberston y yo; permanecimos junto a la barandilla mirando a la gente en los botes y pensando que pronto todo iría bien. Entonces vimos que la mayoría de los botes estaban dañados y empezaban a hundirse y que no había miembros de la tripulación en ellos para manejarlos. Uno de ellos volcó y cuantos iban a bordo murieron ahogados... Culberston no parecía preocupado en absoluto. Él tenía su cámara y había empezado a sacar fotografías. Disparó a toda la gente que se apiñaba junto a nosotros, a los botes salvavidas y a la gente que iba en ellos. Me dijo: 'Tenemos que bajar. Yo tomaré algunas fotos del barco desde un bote salvavidas porque si se hunde y nosotros nos salvamos valdrán dinero'. Se me ocurrió que era muy extraño, ya que el dinero era lo último en lo que estaba pensando en ese momento. Se me ocurrían otras cosas. Pero Culberston era un auténtico norteamericano en el sentido comercial. Y lo más impresionante, era que algunas personas aparecían sonriendo a la cámara, mientras las fotografiaban... Estaba viendo a Granados, el compositor español. Lo conocía ya que habíamos viajado juntos desde Estados Unidos a bordo del “Rotterdam” y se encontraba a bordo del “Sussex” de camino de vuelta a España. Estaba su esposa con él, fue muy triste. Ella era una mujer muy obesa -debía de pesar unos 120 kilogramos- y no pudo subir a uno de los botes salvavidas. Granados no quiso partir sin ella, prefiriendo permanecer juntos, hasta el final. De alguna manera consiguió subirla sobre una balsa, una balsa muy pequeña. Nunca olvidaré la imagen de ella, arrodillada sobre la balsa, la más atroz visión que nunca haya tenido. Granados se asía a la balsa intentando izarse, mientras esta se bandeaba. Le vi resbalar y hundirse. Fue espantoso” (Daniel Sargent, 1.890 - 1.987, escritor y profesor de la Universidad de Harvard, pasajero en el “Sussex”). El periódico “Abc” del 27 de Marzo, informa: “Han llegado a Bilbao el inspector de la Casa Sota, D. Mariano de la Torre, y el ingeniero de minas de la misma casa D. Ricardo de Cortázar, que se hallaban a bordo del 'Sussex' cuando fue torpedeado. Cuentan que el barco llevaba unos 500 pasajeros; en los primeros momentos, se produjo una confusión enorme. «Los pasajeros -dicen- se agarraban a las lanchas de salvamento para embarcar en ellas. Primero lo hicieron las mujeres. Una señorita de Vitoria que iba a bordo dio pruebas de gran valor, se negó a embarcar y ayudó para que lo hicieran otras mujeres. Una lancha llena de ellas se hundió y perecieron todas. Pasada la natural confusión, se procedió a reconocer el buque, viéndose que no había peligro de hundimiento. En vista de esto, se ordenó que las lanchas volvieran al buque. A las once de la noche, llegó un velero que recogió a todos los supervivientes y los condujo a Boulogne. Poco después, llegaron otros vapores, que remolcaron al 'Sussex' hasta el mismo puerto. Ningún superviviente vio el submarino que lanzó el torpedo, únicamente algunos vieron su estela”. Se dijo en un principio que Granados y su esposa, que tenían sus camarotes en popa, habían fallecido en el salón de primera clase a consecuencia de la explosión del torpedo. Un superviviente contó, que la confusión y el pánico, los separaron. Varios testigos oculares, dicen que Enrique, que no sabía nadar, al ver a Amparo, luchando contra las olas del océano embravecido, se lanzó al mar, para rescatarla… Los más románticos, dicen que los vieron, entre la espesa niebla… abrazados… antes de desaparecer en las gélidas aguas del Atlántico norte… Cerca de 50 personas, fallecen a consecuencia de la explosión o arrojadas al mar por la tremenda onda expansiva creada por ella. También hay muchos heridos de consideración y otros de pronóstico reservado, que son evacuados a Dover y Boulogne. Muchas son las teorías con respecto a la situación del matrimonio Granados. Durante varios días, la esperanza de que se hayan salvado, se contradice con otras que se publican todos los días en las rotativas de todo el mundo. Los hay que piensan que han sido rescatados y llevados a Inglaterra a bordo de un destructor, para otros, están definitivamente desaparecidos, ahogados o llevados por las corrientes hacia el inmenso océano. El famoso muralista José María Sert Badía (1.874 - 1.945) interviene activamente, agilizando los contactos con el gobierno francés, trasladándose a Boulogne, donde un depósito de emergencia alberga aquellos cuerpos sin identificar. Durante el reconocimiento, Sert no encuentra a sus amigos, pero sí a sus efectos personales, pues la cabina en la que estaban no ha sido afectada por la deflagración. Sus amigos americanos, a sabiendas de la precariedad económica de Enrique, habían recolectado una módica cantidad de casi 4.500 dólares y una pequeña bolsa con pepitas de oro. La confirmación de la muerte del matrimonio, toma cuerpo y el impacto de la noticia tiene efecto mundial. El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán acepta el hecho consumado y aporta una indemnización a los hijos del matrimonio, por un importe aproximado de 650.000 pesetas y una nota pública de disculpa. A lo largo y ancho del mundo se celebran conciertos y homenajes al compositor, con el fin de recaudar fondos para los huérfanos. Ernest Schelling, su amigo americano defiende sus derechos y los de sus hijos, frente a la voracidad de los editores, que alegan que a la muerte del compositor, éste está en deuda con ellos. Tras la desaparición física del matrimonio Granados, el Orfeón Catalán envía telegramas y mensajes a embajadas y sociedades filarmónicas de todo el mundo, para recaudar fondos destinados a sus hijos ya huérfanos. Enrique y Amparo forman parte de la lista de 80 fallecidos en aquella tragedia. Granados tiene 48 años, Amparo, 42.
Colofón
El hundimiento del “Sussex”, tiene una gran repercusión en el desarrollo de la Guerra: el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, el 18 de Abril, da un ultimátum al gobierno alemán, por la voraz e inhumana política de guerra sin restricciones… con una prueba irrefutable: los restos del torpedo incrustado en la amura de babor del “Sussex”, son más que elocuentes y algunos de estos restos, albergan todavía las marcas de numeración de la serie... amenazando con romper relaciones diplomáticas, paso previo a la “Declaración de Guerra”... alarmados los alemanes, por la posibilidad de la entrada en la guerra de los Estados Unidos, Gottlieb von Jagow (1.863 - 1.935), Secretario de Estado del Ministerio de Relaciones Exteriores alemán, fuerza la desactivación operativa de esta forma de guerra tan brutal. Nota: Posteriormente, el desarrollo del conflicto, obliga a retomar esta forma de lucha, hacia Febrero de 1.917.
“El monstruo de la guerra, salido de las malas pasiones de los hombres, tiene hambre de todo lo bueno, lo santo y lo bello; su divisa es el aniquilamiento, y hasta a los que contemplamos el triste espectáculo sin estar mezclados en la refriega, nos toca sufrir sus hazañas inhumanas” (Luís Millet Pagés, 1.867 - 1.941, Director del Orfeón Catalán). “Nuestras lecciones, de lecciones tenían bien poco; eran conversaciones, o menos todavía, charlas entre compañeros, con más humor que consejos. Yo sentía que cuando hablábamos de problemas técnicos un tanto complicados, se cerraba en sí mismo muy concentrado; y al darme cuenta que la regla seca y fría no tenía cabida en su inteligencia, decidí no hablarle nunca jamás de reglas, resoluciones y jeroglíficos técnicos, sino de gusto delicado y cultivado, no preocupándome de nada más, solo de dirigir tan excepcional inteligencia” (Felipe Pedrell Sabaté, 1.841 - 1.922, su Maestro). “Conocí poco a Granados, pero su personalidad sigue viva en mí, tenía una manera graciosa de llevar una cabeza amable, que no puede olvidarse fácilmente. Su música, extrañamente viva, nos perseguía como algunos perfumes, más persistentes que fuertes… Este final lamentable, nos ha afectado en mayor o menor medida, a todos, pero sobre todo, priva a la música, de uno de sus hijos más amados” (Claude Debussy, 1.862 - 1.918, compositor). Juan Ramón Jiménez, que se encuentra en Nueva York en el momento del luctuoso suceso, dedica el Poema LXXXI (“Humo y oro”) de su “Diario de un poeta recién casado”, a Enrique y María Amparo. Una carrera prometedora, truncada por la fatalidad y el azar. Enrique Granados, una gloria de España, una tragedia internacional. Curiosamente, uno de sus 6 hijos, Enrique, va a ser campeón de España de nataciòn en 100 metros libres (1.923); campeón de España de waterpolo de 1.917 a 1.920 y olímpico con el equipo de waterpolo en los Juegos Olímpicos de Amberes (1.920) y París (1.924). De la estancia en Amberes, Enrique se trae una enseñanza importante que transforma el estilo de nadar en nuestro país. Allí observa, por primera vez, como los nadadores estadounidenses emplean un estilo de nadar nuevo, el crol, entre ellos Duke Kahanamoku (1.890 - 1.968), nadador de origen hawaiano, que se ha proclamado campeón olímpico en los 100 metros libres en los Juegos Olímpicos de Estocolmo (1.912) y Amberes (1.920). “Manila Hotel” (2.018) es una novela negra de Jordi Siracusa (Jordi Martínez Brotons, Barcelona, 1.945), que comienza en 1.916 con el hundimiento del “Sussex”… y continúa 60 años después en Barcelona, donde un extraño mapa, lleva a vivir a JB (Jordi Brotons) una aventura… donde se “descubre”... qué secreto traía Granados de su viaje a Nueva York…
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AutorAntonio Gómez Romera, ése soy yo. Entradas
Mayo 2024
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