Las galletas "María", han formado parte de la alimentación y las costumbres de varias generaciones de españoles. Han sido parte del desayuno y la merienda familiar, durante décadas. El ingrediente de las papillas con leche ó plátano, de las natillas y de las tartas con chocolate, con que celebrábamos los cumpleaños. El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, dice sobre ella: “1. f. galleta redonda de masa fina, sin relleno ni cobertura”. Su origen
Fueron creadas en Bermondsey (Londres), el año 1.874, por los maestros reposteros, James Peek (1.800 – 1.879) y George Hender Frean (1.824 - 1.903), propietarios de la prestigiosa "Peek, Frean & Co" (1.857), como el regalo para una Boda Real…
… que se celebraría el viernes, 23 de Enero de 1.874, entre el príncipe Alfred, duque de Edimburgo, (1.844 - 1.900, cuarto hijo de la reina Victoria y Alberto de Sajonia) y María Alexandrovna (1.853 - 1.920, hija del zar Alejandro II de Rusia y María de Hesse - Darmstadt). El Enlace Real, tuvo lugar en la Gran Iglesia del Palacio de Invierno de San Petersburgo y fue el acto social más importante (del recién estrenado año) en toda Europa. "Peek y Frean", quisieron homenajear a la nueva integrante de la Familia Real Británica con este presente… una original y nueva galleta, diferente a los "biscuit" que hasta entonces producían y se servían junto al tradicional té de las 5 de la tarde... a la que bautizaron con el nombre de "Marie biscuit", en su honor. Era una galleta poco tostada, pero que resistía la humedad de la bebida caliente, conservaba todo su sabor, no era muy dura... y además, incluía el nombre de la novia y un grabado de cenefas en los bordes. Los ciudadanos británicos, tan apegados (tradicionalmente) a todo lo relacionado con la familia Real, adoptaron esas galletas como sus favoritas, convirtiéndolas en poco tiempo en un producto sumamente conocido… Notas biográficas de María Alexándrovna Romanova
María Alexándrovna de Rusia es la primera y única Románov que se va a emparentar con la Familia Real Británica...
… nace en Tsárkoye Seló (cerca de San Petersburgo, Rusia) el lunes, 17 de Octubre de 1.853. Es la Gran Duquesa, hija de Alejandro II, zar de Rusia, y de la Emperatriz María Alexandrovna y la única hija de la imperial pareja. Vive una infancia rodeada de lujos… y se dice, que comparte con sus 5 hermanos varones… una isla llena de juguetes y atracciones en el palacio de sus padres. Es educada con esmero y siendo sólo una adolescente, llega a dominar tres idiomas: el inglés, el francés y el alemán, aparte del ruso. Jugenheim, Alemania - 1.869: Cuando María tiene 15 años de edad y pasa las vacaciones veraniegas con familiares de su madre... conoce al duque de Edimburgo, el príncipe Alfredo (hijo de la reina Victoria del Reino Unido)... un joven tímido y guapo… caminan y hablan… tienen en común su amor por la música (Alfredo es un entusiasta violinista aficionado y María toca el piano)… y se enamoran… ...deciden que quieren casarse. Pero, al comunicárselo a sus padres… la propuesta no es bien acogida… y, tanto el zar Alejandro II (1.818 - 1.881), como la Reina Victoria del Reino Unido (1.819 - 1.901) hacen todo lo posible para separarlos… ... pero María y Alfredo, insisten y continúan compartiendo su amor... en la distancia... … hasta que 4 años después, a mediados de Abril de 1.873, son autorizados a encontrarse en Italia, en Sorrento, para formalizar la relación, hacer la petición formal de mano y concertar la fecha de la Boda... … Boda que se celebra en el Palacio de Invierno de San Petersburgo, con toda la pompa y el lujo propios de la corte rusa… … La ceremonia se divide en dos partes. La primera, por el rito ortodoxo, tiene lugar en la Capilla Imperial, a la que asisten los metropolitanos de San Petersburgo, Moscú y Kiev. Los Grandes Duques Vladimir (1.847 - 1.909), Aleksej (1.850 - 1.908) y Sergej (1.857 - 1.905) y el hermano del novio, el príncipe Arturo de Connaught (1.850 - 1.942), levantan las coronas de oro sobre la cabeza de la novia y el novio. María lleva una corona de brillantes y una capa de terciopelo adornada con una ramita de mirto, especialmente enviada por la Reina Victoria. Alfredo lleva el uniforme de la Marina Real. El Zar, permanece pálido durante toda la ceremonia y después dice: "Es por su felicidad, pero la luz de mi vida se va." María y Alfredo beben tres veces de una copa de vino. La ceremonia termina con la pareja juntando las manos bajo la estola del sacerdote. Luego, tiene lugar la segunda parte de la ceremonia: todos se trasladan al Salón Azul, donde Arthur Penrhyn Stanley (1.815 - 1.881) Deán de Westminster, une a la pareja según los ritos de la Iglesia de Inglaterra. La Gran Duquesa, recibe de sus padres una dote de 170.000 libras y una asignación anual de unas 24.000 libras. Además, el Zar regala a su única hija algunas de las mejores joyas propiedad de los Romanov, incluyendo los zafiros heredados de su madre, la Emperatriz Alejandra Fiódorovna (1.798 - 1.860), así como joyas que habían pertenecido a Catalina La Grande (1.729 - 1.796). Como regalo de boda, el Zar encargó al joyero de la corte Bolin un espectacular set con diamantes y rubíes. Una vez casados, María y Alfredo, se van a vivir a Inglaterra, a “Clarence House”, en Londres. María y Alfredo van a tener 5 hijos: el primero, Alfredo, nace el 15 de Octubre de 1.874... un año después, el 29 de Octubre de 1.875, María (que llega a ser Reina de Rumanía), la princesa Victoria Melita, el 25 de Noviembre de 1.876, en la isla de Malta; la princesa Alejandra el 1 de Septiembre de 1.878 y la princesa Beatriz, el 20 de Abril de 1.884 (que va a contraer matrimonio con el infante Alfonso de España y duque de Galliera). El 22 de Agosto de 1.893 la Gran Duquesa, se convierte también en duquesa de Sajonia - Coburgo y Gotha, después de que su marido herede ese título de su tío abuelo Ernesto II (1.818 - 1.893), que ha fallecido sin descendencia. Se construyen un palacio en Coburgo (Alemania) donde pasan largas temporadas (Castillo de Rosenau). María tiene una aciaga despedida del siglo XIX:
Desde entonces, María no tiene una residencia fija… y lo hace entre Alemania, Inglaterra, Rusia y Francia. En la Primera Guerra Mundial (1.914 - 1.918) toma partido por Alemania, sin olvidar al Reino Unido. Durante la Revolución Rusa (1.917 - 1.923), los bolcheviques, capturan y dan muerte a decenas de sus familiares… y se pierde casi todo su patrimonio. “Me repugna la situación actual del mundo y de la Humanidad. Han destrozado a mi amada Rusia y no menos a mi querida Alemania… “ (María Alexandrovna). Tiene que vender todas sus joyas para sobrevivir... y está cada vez más delicada de salud... … María Alexandrovna fallece de un infarto, el domingo, 24 de Octubre de 1.920 en Zürich (Suiza), a los 67 años de edad. Sus restos mortales descansan, al lado de los de su marido y de los de su hijo, en el mausoleo familiar de “Friedhof am Glockenberg” en Coburgo (Baviera - Alemania). Las Galletas María en España
La primera galleta María española, es la María Olibet, "imitada, nunca igualada".
Olibet, empresa de origen francés (propiedad de Jean - Honoré Olibet, 1.817 - 1.891 y su hijo Antoine - Eugène Olibet, 1.844 - 1.915) funda en Rentería (Guipúzcoa) en 1.886 su primera fábrica de galletas (“La Ibérica, Gran Manufactura Española de Bizcochos de Lujo y Galletas”) situada junto a la estación de tren y el río Oyarzun. Sus instalaciones, equipadas con las máquinas más modernas de su tiempo, albergan amasadoras mecánicas, laminadoras, troqueladoras y los primeros hornos de cadena (comúnmente conocido como "horno inglés") instalados en España. En 1.888, La Ibérica vende galletas en toda España y se anuncia ya como proveedora de la Casa Real, con almacenes comerciales en Madrid, Sevilla y Barcelona. En 1.907, las galletas María se venden a 2,5 pesetas el kilo (un precio de lujo… ). Cuando Zenobia Camprubí (1.887 - 1.956) escribe al editor Juan Guerrero Ruiz (1.893 - 1.955) desde el exilio, le dice que: "Unas galletas María de Olibet para J. R. [Juan Ramón Jiménez] serían la gran sorpresa, porque siempre está hablando de ellas como cosas legendarias e inasequibles". "Algunos galleteros más avezados (...) prescindieron de las economías de gama para perseguir las de escala. No tenía ya sentido ofrecer productos muy variados para satisfacer gustos exquisitos. Se trataba ahora de producir galletas de troquel a un precio muy competitivo" (Javier Moreno Lázaro, “Tecnología, empresa y mercado en la fabricación española de galletas, 1.790 - 1.936”). Las galleteras Artiach y Fontaneda, optan por esta estrategia y las galletas María es uno de sus productos estrella. Artiach se funda en Bilbao en 1.907. Fontaneda empieza a fabricar galletas en 1.912 en la villa palentina de Aguilar de Campoo. Desde el inicio su objetivo es vender galletas baratas y hacerlas populares. Nota: Rafael Fontaneda Ibáñez (1.889 - 1.976) empieza vendiendo garbanzos, con ronzal de burro en mano, por su pueblo (Aguilar de Campoo y su comarca). Con los beneficios de los garbanzos, funda una pequeña fábrica de chocolates en su propia casa y tras los chocolates llegan las Maria Fontaneda. A partir de 1.928, Artiach realiza grandes campañas de publicidad en la prensa. La galleta María es anunciada con una mujer, vestida de goyesca, cuya falda está formada por galletas. Las María alimentan, son digestivas y tienen más calorías que otros alimentos semejantes. Son indicadas para los niños (incluso muy pequeños) y para los ancianos. Pero también para hombres y mujeres de paladar exquisito. Se comen en cualquier momento del día: en el desayuno, como postre, en casa o en los restaurantes, de excursión o como tentempié. Artiach y Fontaneda cambian la forma de vender galletas. Ya no se hace a granel, sino en paquetes más pequeños y a un precio fijo. Entre 1.930 y 1.936, el paquete de 100 gramos de María Artiach cuesta 50 céntimos y el de 200 gramos, 1 peseta. Nota: Antes de que comience la Guerra Civil, ambas empresas se han hecho con el mercado de las galletas. La recuperación económica que se produce tras la Guerra Civil, hace que se creen excedentes de trigo, se abaratan los costes de producción y las galletas María se pueden encontrar en cualquier panadería de España. En 1.950, la fabricación de galletas todavía se realiza en condiciones muy precarias. Pero las dificultades no son las mismas para todas las empresas. A algunas se les asignan cupos de materias primas más generosos y se les permite hacer inversiones (vetadas en otras zonas de España). Entre las galleteras privilegiadas están, en el País Vasco, Artiach y en Castilla y León: Fontaneda, Palacios, Siro y Gullón. En 1.952 se terminan los racionamientos, pero las restricciones se mantienen algunos años más. Se justifican porque las galletas son un producto importante en la alimentación nacional. Aunque, desde mediados de la década de 1.950, hay sobreproducción de harina y azúcar. En 1.961 y después de años de problemas, Cuétara abre una nueva planta en Jaén. A partir de este momento, el sector galletero es considerado de la máxima importancia para la economía del país y el número de galleteras vuelve a crecer. Aun así, las fábricas palentinas salen reforzadas y mantienen su hegemonía. En 1.965, el 22,8% de la producción nacional se elabora en Aguilar de Campoo. Allí se fabrican sobre todo, galletas María. Colofón
Los detractores de las galletas María las comparan con la denostada bollería industrial, por su gran cantidad de azúcar y grasas. Pero, como recuerdan muchos nutricionistas, no existen alimentos buenos o malos, sino una alimentación saludable o no. Además, depende de la marca y el tipo. Según un estudio de la revista Consumer, para un desayuno cotidiano, las María son más apropiadas que las Doradas y que otras muy consumidas: su grasa es más saludable, tienen más fibra y menos calorías.
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AutorAntonio Gómez Romera, ése soy yo. Entradas
Mayo 2024
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