Prólogo Cantoria (Almería). Noche del Viernes, 17 de Marzo de 2.023. Acompaño a mis amigos: Marisa Cabello, Paqui Alcaraz, Aurelio Moreno y Luís Díaz. Hemos acudido a la llamada del XV Encuentro Andaluz de Montañeros Veteranos, organizado por el Ayuntamiento de Cantoria, la Diputación de Almería, la Federación Andaluza de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo, la Empresa Cosentino y el Club Senderos Almanzora. Nota: Cantoria es una localidad y municipio de la Comarca Almeriense del Valle del Almanzora. En el año 2.018, tenía 3.228 habitantes (Cantorianos), una superficie de 79 km² y está situada en la mitad Norte de la provincia y justo en el centro de la Comarca, a una altitud de 382 metros sobre el nivel del mar y a 92 km de distancia de la capital de provincia, Almería. Después de recoger nuestras credenciales como participantes en el Encuentro (que se celebra entre hoy y el próximo domingo, 19 de Marzo), en la Caseta Municipal (calle Alcalde Cristino María Sánchez), hemos emprendido el camino de regreso hacia nuestro alojamiento de éstos días, en el Camping y Área de Pernoctación de Autocaravanas de Albox. Junto al cauce del río Almanzora y paralela a él, discurre el trazado de la carretera A-8311 (prolongación de la cantoriana avenida de don Eduardo Cortés)… en la rotonda, situada en las coordenadas 37.356081, -2.200159, nos hemos detenido y bajado del coche para disfrutar, a la luz de la nocturna iluminación artificial, de una hermosa obra de Arte… rodeada de un jardín de plantas aromáticas que forman un mándala… y encaramada sobre una perfecta peana esférica de mármol blanco… se eleva “La Libélula de Clara”... todo un Homenaje a la Mujer… por parte del municipio de Cantoria y de sus habitantes… obra de la artista Clara Cuéllar Padilla… que nos da la Bienvenida a ésta bella y acogedora localidad almeriense. Sobre Clara y su Libélula “Nací en Almería, hace 46 años (1.976) y tengo entendido que pasé gran parte de mi primer año de vida en Cantoria”. “Mis padres Encarnación Padilla Peña y Joaquín Cuéllar López marcaron sin duda mi percepción del mundo y dedicaron todos sus esfuerzos y energía a darnos a mis hermanos y a mí una formación que, como ellos mismos decían… “Nos dejara el mayor número posible de puertas abiertas, para que pudiéramos hacer realidad nuestros sueños en la vida”. Y realmente así ha sido”. “Más tarde mi familia se mudó a vivir a Córdoba, donde pasé mi niñez y adolescencia”. “Diría que mi padre me dio “las raíces”, esa conexión con la Tierra, con los olores antiguos, su profundo conocimiento del entorno natural de Cantoria, los diferentes cantos de los pájaros, sus anécdotas de la niñez contadas de esa forma suya con la que no puedes parar de reír”. “Y mi madre “las alas”, su actitud revolucionaria, su capacidad de trabajo, el pensar que las cosas se pueden hacer de otra manera y que el “mundo se cambia desde nuestro entorno más íntimo”. Y ese feminismo tan sufrido, por pertenecer a una generación que lo tuvo muy difícil para ponérnoslo fácil a las mujeres que veníamos después; no en vano fue la primera mujer licenciada de Cantoria”. “De niña recuerdo el eterno viaje al pueblo en las vacaciones, se tardaba unas 7 u 8 horas desde Córdoba, había muy poca iluminación de noche, y eso me gustaba mucho, con esas farolas grandes de luz naranja que siempre miraban al suelo, como tristes, pero que daban la impresión de que lo que iluminaba las calles eran antorchas de fuego. Al llegar a la comarca se me activaba lo primero el sentido del olfato. Bajaba la ventanilla del coche para empaparme del olor de las cañas, de los taráis, de las ramblas y los montes de aromáticas, la leña de olivo ardiendo en la lumbre, el brasero, ir a buscar caracoles al amanecer... Si quiero buscar El Hogar, sólo tengo que conectarme con esos olores”. “Cantoria era una constante en mi vida, tras viajar por diferentes lugares del mundo, estudiar bachillerato artístico en Alemania, Bellas Artes en Granada, y vivir una temporada en la Alpujarra experimentando un proyecto grupal de conservación medioambiental, llegué a Cantoria buscando el tacto de la piedra; comencé a esculpirla y me enamoré al instante”. “El primer proyecto vino de la mano de mi tío Antonio Cuéllar, fue una escultura de gran tamaño para un stand de una Feria Internacional de La Piedra en Orlando, EEUU. El tema: “el tronco de un árbol”. La escultura se vendió allí mismo, en la feria. En total realicé una serie de tres troncos, uno está en la sede de Cosentino en Orlando, otro en la sede de la misma empresa en Cantoria y un tercero que compró un particular. De este periodo, en el que fundé mi propio Taller de Arte, destacaría trabajos como la fachada del Museo Ralli (en Caesarea, Israel); las esculturas de la fachada del edificio de La Cooperativa (en Huércal Overa), y su logotipo en bronce; el Monumento al Ferrocarril (Baza, Granada); el Monumento a la Mujer (Benahadux, Almería); la réplica de la Pila Bautismal del Papa Luna en la iglesia antigua de Peñíscola; el Busto en bronce de Juan Pablo II o el de Carlos Huelin en piedra, en Almería…”. “Paralelamente impartía clases de creación artística para adultos/as y niños/as, e invertí todo el dinero ganado en ese periodo en viajar y en construir el espacio “Cortijo del Lugar Viejo”, con la idea de organizar encuentros de creación artística en contacto con la Naturaleza. Hacia el año 2.008, tuve una crisis creativa… que supuso el replanteamiento de mi trayectoria artística y en consecuencia de mi vida”. “Esta crisis tenía mucho que ver con la producción de objetos artísticos, había recorrido numerosos museos de arte, pinacotecas, galerías, bienales y ferias de arte por diferentes países y siempre me quedaba la sensación de que había algo de muerte en todo ello. Esos objetos eran los cascarones inertes de un proceso de creación previo fascinante, que para mí es realmente el ARTE, con mayúsculas, no son las obras, sino los procesos… “. “Las obras de arte sostienen además (en parte) un sistema económico en el que no creo, así que decidí centrarme en los procesos y focalicé mi energía en el espacio “Cortijo del Lugar Viejo” y en experimentar con economías alternativas, así como volcar mi experiencia y conocimientos en ayudar a otras personas a conectar con su propia creatividad, a ser posible en contacto con la Naturaleza”. “Así comencé un periodo de vida autogestionada, centrada en mis clases y talleres de formación, fomentando el encuentro de grupos en mi casa, así como el trabajo de voluntariado (casi siempre extranjero), cuidando el campo y produciendo los propios alimentos y productos de uso cotidiano, practicando la Permacultura como filosofía de vida, y fomentando actividades como el encuentro mensual del Círculo de Mujeres o la asociación APTC dedicada al Arte y la Permacultura”. “En este periodo empecé a formarme como facilitadora de grupos y mediadora de conflictos, para adquirir herramientas útiles en la vida, en los proyectos grupales y en la relación con los/as demás. Como suele pasar, las cosas suceden por algo, y llegan cuando tienen que llegar, y en Otoño del 2.010 vinieron a visitarme unos amigos de Alemania, que tienen un proyecto de Creación Artística en la Naturaleza en Poggenhagen (Hannover). Quedaron sorprendidos y muy interesados en lo que estaba haciendo en Cantoria y comenzó una colaboración recíproca en la que trabajábamos juntos/as allí y aquí un par de veces al año. Esta colaboración derivó en un hermanamiento que continúa hoy en día y que se está convirtiendo en un proyecto fascinante que espero suponga un activo cultural y turístico para Cantoria y sus gentes”. “Entiendo que la biografía de una mujer, que es además madre, no se concibe sin mencionar esta faceta y además en mi caso creo que marca a hierro la persona que soy, y que reivindica la necesidad que tenemos las mujeres de empoderarnos de nuestros cuerpos, embarazos y crianza. Que condiciona cómo compaginamos todo esto con el resto de nuestras vidas, inmersas en un mundo que nos deja poco espacio para ser mujeres y madres a la vez. Yo tuve a mi hijo en el momento de mi vida en que me sentía preparada para ello. Y lo tuve sin un compañero a mi lado, porque estaba bastante descreída de la estructura familiar convencional, que no tengo muy claro que sea la mejor solución o fórmula vital, al menos para todo el mundo, ya que somos muy diferentes unos/as de otros/as”. “El Aula de Creación Artística de Cantoria supuso un foco de cultura muy importante para el pueblo, tras 14 años funcionando, surgió un grupo de pintoras aficionadas, que alcanzaron un nivel nada desdeñable y que realizaban obras muy interesantes, exponían sus obras todos los veranos en Cantoria. Pertenecen a una generación acostumbrada a cuidar a los demás y muy poco acostumbradas a ser cuidadas y a que se valore lo que hacen, fue todo un proceso que ellas mismas entendieran que no estaban realizando una labor artesanal, porque no se pinta con las manos, sino con el corazón y la mente, y que no eran “primorosas” cuando pintaban, sino que estaban llevando a cabo un proceso creativo y artístico intelectual, de mucha calidad e interés”. “Tuve que dejar el Aula de Creación Artística y paralizar el proyecto del Lugar Viejo cuando a raíz de aprobar las oposiciones para ser profesora de secundaria me llamaron para empezar a trabajar de ello. En el año 2.015, di el salto de vértigo de salir de mi Hogar y del Taller, para empezar a trabajar en Institutos, era un buen momento para mí y especialmente para mi hijo, que ya empezaba la Primaria, pero tuve que prepararme mucho para ese cambio porque mi apego por Cantoria, Capanas y mi casa-taller era muy grande”. La escultura en bronce, “La Libélula”, representa todo lo que significa ser mujer en nuestra sociedad y también a nivel íntimo, donde se ha plasmado experiencias vividas con sus alumnas de los talleres de Pintura de Cantoria y en general, la energía femenina que rezuma la tierra del Almanzora y los Filabres. Durante el año 2.019, Clara crea su “Libélula”... y es, oficialmente inaugurada, a las 21 horas, del domingo, 8 de Marzo del año 2.020, celebración del Día Internacional de la Mujer: “Una mujer que simboliza libertad, seguridad e igualdad, para que cuando la gente llegue a este pueblo comprenda desde el primer momento que entran a un territorio donde no hay diferencias de género y que, en el caso de detectarlas, luchar por corregir esas situaciones se convierte en una prioridad de todos” (Puri Sánchez Aránega, Alcaldesa de Cantoria). Para mí, personalmente, la imagen de “La Libélula”, tiene una esencia un tanto andrógina… femeninos, son su delicado cuerpo y su nodrizo pecho … pero su rostro es de angulosos rasgos masculinos… “Esta obra es un Monumento a la Mujer, tiene un poco de todo lo que significa para mí ser mujer en nuestra sociedad pero también a nivel íntimo, lo aprendido de las mujeres de Cantoria con las que compartí tantos momentos maravillosos pintando, y la energía femenina que rezuma la tierra del Almanzora y Los Filabres. También se entrelaza de manera mágica con el retablo del Purgatorio que pinté para la iglesia de Cantoria”. Quiero finalizar éste humilde articulito, en memoria y reconocimiento a Clara y su Libélula, recordando la frase escrita en su placa inaugural, que me encanta y que dice así: “Cuando un electrón vibra, el Universo se estremece”... Colofón Clara, los que sólo te conocemos por tus obras… te queremos agradecer, sincera e inmensamente, ese gran regalo que nos has hecho, reflejo de toda la belleza y generosidad que atesoras en tu interior…
10 Comentarios
INMACULADA
20/3/2023 02:43:02 pm
Conectar con tus raíces es tan necesario!! buscar tu esencia, tus recuerdos, tus benditos padres!!!.... nuestra tierra, está llena de personas únicas, luchadoras y maravillosas... como esta libélula que mira al infinito, que sabe de belleza y desafía al tiempo.........
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PACO P.M.
20/3/2023 04:29:01 pm
Buen ejemplo de mujer y de ser humano: libre, creativa, comprometida, coherente,..... Personas así solo (lo escribo sin tilde muy a mi pesar) pueden hacer mucho bien. 👍🏻👏🏻
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Míriam C.V.
20/3/2023 10:12:56 pm
Antonio, ¡me gusta mucho! Desconocía la amplia trayectoria profesional de Clara. Gracias por poner un poco de luz a su "Libélula".
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Desde el primer momento en que vi a esta "Libélula", me transmitió un algo de fascinación, un atractivo mágico, difícil de describir con las palabras. Aporta un misticismo al interior que te lleva a soñar con otros mundos, más aún si la contemplas de noche con esa iluminación que hace pensar en un ser descendiendo/ascendiendo de/a otra galaxia. Las explicaciones simbólicas son muy subjetivas y son cosa de cada cual. Me ha encantado y me ha dejado huella. Gracias, Antonio por esa información tan interesante que nos regalas.
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Ana Belen Guerrero Moreno
21/3/2023 10:26:09 pm
Antonio gracias. No sabía nada de su historia y me ha encantado.
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MANOLO R.J.
21/3/2023 11:11:42 pm
Buenas tardes Antonio, ya veo que has aprovechado ese Encuentro Andaluz de Montañeros Veteranos para hacer lo que más te gusta, el contacto con la naturaleza y de paso, como buen observador, disfrutar como en este caso de la obra de arte “La Libélula de Clara” de la artista almeriense Clara Cuéllar Padilla, hasta ahora desconocida para mi y que gracias a tu artículo he podido conocer algo de ella.
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GASPAR M.S.
25/3/2023 11:13:07 am
Muy interesante tu artículo y la cantidad de mensajes positivos que encierra. Un abrazo.
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MARIANA AYLLÓN GUERRERO
25/3/2023 01:04:37 pm
Antonio, como siempre tus artículos nos abren la mente hacia cosas nuevas o que estaban en nuestra memoria perdidas.
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Clara
7/2/2024 04:58:43 pm
Soy Clara, la autora de la Libélula.
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ANTONIO GÓMEZ ROMERA - ADARVE GRANADINO
8/2/2024 03:49:02 pm
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AutorAntonio Gómez Romera, ése soy yo. Entradas
Mayo 2024
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